"Primero se presentó un hombre en traje y carpeta, que llamaba puerta por puerta para decir que nos teníamos que ir de nuestras casas. Era del fondo buitre. Luego nos empezaron a llegar las llamadas. A mí me llegan cada semana y siempre desde un número distinto, me dicen que tengo las de perder y que me dan 1.200 euros 'para la mudanza'. Y eso que todavía no se me ha acabado el contrato del alquiler".

Trini es una vecina de la Fuensanta, un barrio humilde a las afueras de València. Su caso es el de decenas de madres del barrio, amenazadas por Promontoria Coliseum, una de las filiales del fondo buitre Cerberus en España, una empresa que las quiere fuera de sus casas y que rara vez negocia con las inquilinas.

No existen cifras oficiales, pero solo la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de València, tiene en cartera 240 familias: 120 en València y 120 en Alicante. Los mismos casos estima Vivienda. La mayoría se concentran en barrios humildes y periféricos como la Fuensanta o La Torre, pero también hay propiedades'sueltas' por toda la ciudad y un núcleo de pisos en el Cabanyal, según explica José Luis González, de la PAH. La plataforma se ha concentrado este miércoles frente a una sede del banco Sabadell (que fue quien vendió estos activos tóxicos a Cerberus) para contar la situación de estas vecinas.

A Trini le ofrecieron 1.200 euros, a otra vecina 4.000 (bajaron a 2.000 cuando vio que rechazaba) y con otras mujeres ni siquiera negocia. "Mi vecina Carolina dejó ayer las llaves y se fue porque le amenazaron con ponerle una multa", explica otra afectada. En su mayoría se trata de mujeres del barrio con pocos recursos pero que pagan religiosamente su alquiler, que el fondo se niega a ampliar.

"No puede haber viviendas vacías mientras hay gente en la calle. No hay derecho", señala la PAH

Este fondo lleva presente en el barrio y las vecinas dando guerra poco menos de un año. González explica que "ha habido avances". "Al principio no nos cogía nadie el teléfono, ahora nos han puesto una mediadora", cuenta, Fue a raíz de una protesta reciente en Alicante. Narcisa Gómez, vecina del barrio de la Fuensanta, es quien se sienta con el fondo buitre cada mes para intentar acercar posturas. Han conseguido algunas victorias frente a Cerberus, como que a Isabel Muñoz (una mujer mayor) le den un año de tranquilidad. "No es suficiente, pero sabe a gloria, explica mientras celebra y denuncia que "el fondo tiene muchísimos pisos vacíos en el barrio y aún quiere vaciar más, pero nosotras no nos negamos a pagar". Cerberus se desentiende y tampoco paga las derramas de la comunidad: "son brutales", dice Muñoz.

El secretario autonómico de Vivienda, Alejandro Aguilar, explica que se trata de uno de los fondos buitre más presentes ahora mismo en la C.Valenciana, sobre todo debido al tipo de activos que compró. Se hizo con muchas viviendas de la CAM, del Banco de Alicante y sobre todo de Sabadell, que a través de su inmobiliaria Sogeviso era muy consciente de que tenía que hacer renovaciones de contratos y alquileres sociales, y gestionó muchos en este sentido", cuenta Aguilar. Ahora las casas han pasado a Cerberus, un fondo buitre al que le interesa vaciar las viviendas y recuperar la deuda, así que el banco tiene poco que decir, añade Aguilar.

El propio Aguilar, junto a otros responsables políticos ya se presentó en el barrio de la Fuensanta para hablar con las vecinas y mediar con Promontoria Coliseum. Asegura que ya se han conseguido algunas renovaciones de un año para algunas familias, pero aún así demanda a la filial que "las empresas también deben ser conscientes de que tienen una responsabilidad social, y más con un bien de primera necesidad como es la vivienda". De hecho, continúa explicando que "en estas operaciones ni siquiera parece haber detrás intereses de mercado, simplemente quieren dejar vacías las casas para revenderlas

Presión por la ley de Vivienda

En la concentración la PAH ha explicado que redoblará la presión en julio a los partidos que deben aprobar la esperada Ley de Vivienda para exigir que "no puede haber viviendas vacías mientras hay gente en la calle. No hay derecho", denuncia González. Por este motivo se concentrarán frente a las sedes de las formaciones políticas en todo el estado. El texto legal acaba al mismo tiempo que el escudo social del Gobierno, el próximo 30 de septiembre.

En 2021 hubo 6.182 lanzamiento, dos de cada tres por alquiler, y en el primer trimestre de este año se han producido 1.863, es decir, veinte desahucios cada día.

Otra de las propuestas que lanzarán, en este caso a conselleria de Vivienda, es que "en los casos de ocupación de buena fe o personas que no puedan renovar sea la conselleria la que intente cerrar el alquiler con el fondo. "Siempre nos ocurre que el fondo buitre no quiere hacer alquiler o renovar por falta de ingresos, que sea entonces conselleria la que avale a estas personas para renovar el contrato y paguen mientras recuperan su economía doméstica y puedan volver a pagar", señala González. Como explica la PAH, " esta gente se puede permitir el lujo de tener miles de viviendas vaciadas durante años esperando a ser vendidas".

Muchas afectadas por estos fondos no son, ni mucho menos, personas sin ingresos que hayan dejado a deber. Todo lo contrario. Varias mujeres explican que el fondo emplea mecanismos como decir que no van a renovar el contrato de ninguna manera y poner un montón de trabas para ingresar el dinero, así consiguen que la gente decida no pagar y tienen la excusa para lanzar la demanda, explica González.

Buitres, empresas y servicers

Promontoria Coliseum es una de las filiales del fondo buitre Cerberus en España. En este caso se asocia en una pequeña parte con el banco Sabadell. Pero los tentáculos del fondo llegan más allá. Challenger es otro fondo con los mismos socios. Divarian (BBVA), Global Pantelaria y Global Licata (Santander) son otros brazos del fondo en el territorio.

Además de Cerberus también está presente Blackstone, con su filial Quassar. Además, este enorme fondo de inversión norteamericano cuenta con 'servicers' o gestores de vivienda que acaban de ganar un enorme contrato para gestionar una enorme parte de las viviendas de la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), a través de Anticipa y Aliseda, ambas de Blackstone. El fondo también tiene tres socimis: Testa (con 20.000 viviendas en España), Albirana (9.000) y Fidere (5.000). En total se estima que posee unas 40.000 viviendas, según estimaciones de la PAH.

Lone Star es el último gran fondo presente, con participación de Caixabank, y se estima que tiene, a través de sus filiales Coral Homes y Gramina Homes unas 25.000 casas en toda España. El fondo canadiense KKR es otro de los presentes recientemente, después de repartirse el pastel de gestionar las viviendas de la Sareb junto a Blackstone. Lo hace a través de su servicer Hipoges.

A este ambiente cabe añadir, como explica González, que los desahucios no han parado en la C.Valenciana. En 2021 hubo 6.182 lanzamientos, dos de cada tres por alquiler, y en el primer trimestre de este año se han producido 1.863, es decir, veinte desahucios cada día.