El hasta ahora compacto cierre de filas que Compromís ha impuesto en su discurso en apoyo de la vicepresidenta, Mónica Oltra, desde que saltó la posibilidad de que acabara imputada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha empezado a resquebrajarse.

Hasta ahora los tres partidos que componen la coalición han compartido un relato sin fisuras que habla de una cacería de la extrema derecha, de una persecución orquestada contra la vicepresidenta por determinados sectores, políticos, económicos y mediáticos que no soportan su papel clave en la derrota del PP en 2015.

En la coalición insisten en que Oltra se ha ganado el derecho a decidir sobre su futuro, pero la emplazan a tomar una decisión personal y a repensar si se ve con fuerzas suficientes para aguantar toda la presión que conlleva la imputación y si en esas condiciones está dispuesta a seguir.

Pero visto que la vicepresidenta ya ha dejado claro que no piensa dar un paso atrás ni apartarse momentáneamente de sus responsabilidades y que está dispuesta a aguantar la presión, en las últimas horas han empezado a detectarse en el seno de la coalición movimientos, aún muy discretos, que apuntan a un cambio de discurso. Hay voces que plantean la necesidad de abrir una reflexión colectiva más allá de la decisión personal de la vicepresidenta, que es la de seguir adelante y dar la batalla a la ultraderecha para que no consiga su objetivo de apartarla de las instituciones.

Así, se plantea que aunque el proceso que afecta a la vicepresidenta pueda entenderse, desde una lógica interna, como injusto que ella pague ahora un coste político haría pasar directamente a un escenario distinto y se evitaría el desgaste altísimo que supone esta situación para el Botànic y si después se produce un archivo, la vicepresidenta saldría reforzada ante el electorado, la propia coalición o los socios de gobierno.

«Hay que madurar la decisión»

Esos movimientos discretos coinciden con unas declaraciones públicas este viernes del alcalde de València, Joan Ribó, un cargo muy cercano a la vicepresidenta, casi una especie de padre político y uno de los referentes de Compromís con mayor ascendencia sobre la vicepresidenta que defiende la necesidad de que la coalición tome una decisión colectiva.

Ribó habla de una decisión en dos vertientes: una personal, que le corresponde resolver a Oltra, y una colectiva, que se tiene que abordar dentro de la coalición.

En su opinión, hasta que no se produzca una reunión de la coalición sobre el futuro de Oltra no se podrá avanzar en esta dirección, por lo que aboga por celebrarla lo más pronto posible, en su opinión la semana próxima.

Preguntado sobre si la imputación de Oltra complica la situación electoral de Compromís, el alcalde de València admite que sí. «Evidentemente complica, pero tampoco es una cosa para agobiarse», sostiene el alcalde, que recuerda que faltan once meses largos par las próximas elecciones y por tanto «hay tiempo» para preparar y escoger las candidaturas.

Ribó recuerda que para las elecciones municipales y autonómicas de 2019 la lista de València y la autonómica se completó en febrero, por lo que hay tiempo de sobra, ya que, además, la coalición acostumbra a «hacerlo todo en el último minuto».

Abordarlo con tranquilidad

«Tenemos margen para poder hacerlo tranquilamente», ha afirmado Ribó, quien ha pedido «mucha tranquilidad» y ha insistido en que, a partir de que Oltra y la coalición tomen una decisión, «se vayan planteando las cosas», pues también puede influir el resultado de las elecciones andaluzas y la repercusión que tengan en el Gobierno de España.

El alcalde ha mostrado su respeto a todas las decisiones judiciales, así como su apoyo personal «total y absoluto» a la vicepresidenta y ha expresado su convencimiento de que la actitud de Oltra en esta caso ha sido «clara».

Recuerda Ribó que en el ámbito municipal ya se tomo la decisión de apartar al concejal Pere Fuset tras su imputación y se tuvo en cuenta factores personales y colectivos. Con todo, Ribó ha rehusado decir qué haría él en el caso de encontrarse en la situación de la vicepresidenta porque considera que eso es un planteamiento de política ficción.