La costa valenciana ha registrado en lo que va de año 49 de los 100 días más cálidos desde 1982 a nivel marino. En solo un año la mitad de lo registrado en cuatro décadas, tal como recoge en su último informe el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo. La zona occidental ha sufrido una anomalía de temperatura generalizada entre dos y tres grados centígrados, con valores locales incluso superiores. Situación que convierte a este mar cerrado en una auténtica olla exprés y aboca a fenómenos extremos cada vez más recurrentes como las gotas frías.

Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, ultima precisamente un informe sobre el cambio de precipitaciones en la zona mediterránea que constata una mayor virulencia en tempestades de carácter casi explosivo. Mucha agua en un espacio de tiempo muy corto, lo que genera enormes problemas en ciudades e infraestructuras. “Cada vez llueve de forma más intensa, esa es una de las conclusiones a la que hemos llegado y eso está muy en relación con calor acumulado en el agua del mar”, apunta Olcina. Es la temida tropicalización del Mediterráneo.

"Cada vez llueve de forma más intensa y eso está muy relacionado con el calor acumulado en el mar"

Experto en ordenación del territorio, climatología y riesgos naturales, Olcina señala que estas tormentas llegan con un elevado aparató eléctrico, con granizo y aguaceros torrenciales, como ya se ha visto este pasado fin de semana. “Vemos como se forman dos núcleos en apenas un par de horas y te descargan 100 litros en una hora, es el tipo de lluvias al que vamos a ir en el litoral mediterráneo”, avanza de un estudio cuya publicación está prevista para el próximo mes de octubre. La Universidad de Alicante está colaborando con otros centros académicos para la realización del estudio. En la investigación se ha corroborado que las lluvias que más han aumentado, hasta un 25 %, son las de la franja comprendida entre 20 y 50 litros por metro cuadrado en una hora. «Ya no llueve como en la década de los años ochenta del siglo pasado», resalta.

Como ya publicaba Levante-EMV este martes, la temperatura marina ha estado por encima de los 27 grados centígrados durante 43 consecutivos. Un hecho “extraordinario”, como apuntaba Francisco Pastor, investigador del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). “Estos valores tan extremos han impulsado un cambio en el comportamiento de la tendencia a largo plazo, con un aumento respeto a la primavera”, explican en el documento hecho público el pasado lunes, y que corrobora el progresivo e imparable calentamiento acumulado de la cuenca mediterránea.

Desde el CEAM se recuerda que esta zona ha sido definida como “un punto caliente del cambio climático por las interacciones del mar con la atmósfera”. “Es crucial estudiar su comportamiento en el pasado y monitorear su situación actual para entender los posibles escenarios futuros en la región”, inciden en su último boletín sobre la temperatura superficial marina de este verano que concluye el viernes. El otoño se estrenará, además, con una gota fría casi consecutiva a la que está previsto que llegue este miércoles desde Canarias.

Sin precedentes de un verano tan cálido como el que acaba ya

El verano que ya acaba ha sido extremadamente cálido y seco con una temperatura media de 25,3 ºC, que es 2,3 ºC más alta que la del promedio normal. Hecho sin precedentes, superando en 0,3 ºC al histórico estío de 2003. El número de noches tropicales ha sido de 89, que queda por debajo de las 95 registradas hace 19 años, según la Agencia Estatal de Meteorología de la Comunitat Valenciana. Pese a ello, el 75 % del territorio valenciano presenta superávit pluviométrico debido a las abundantes y extraordinarias lluvias de la primavera. La zona con valores más elevados fue la montaña del sur de Valencia y norte de Alicante, mientras que hay déficit en los últimos 12 meses en grandes áreas de Castellón y del interior norte de Valencia.