El silencio del Gobierno sobre el trasvase deja al Consell sin margen de negociación

Transición Ecológica se resiste a publicar el dictamen aprobado por el Consejo de Estado y prevé validar el decreto el martes, lo que complica la opción del diálogo a la Generalitat. El Consell avisa de que usará «cualquier vía» en defensa de los regantes

Un agricultor trabaja en un campo ante una canalización del trasvase Tajo-Segura a su paso por Orihuela.

Un agricultor trabaja en un campo ante una canalización del trasvase Tajo-Segura a su paso por Orihuela. / TONY SEVILLA

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

El futuro del trasvase Tajo-Segura sigue en el aire por el silencio del Gobierno, que este jueves escondió las recomendaciones recibidas por el Consejo de Estado, achicando el margen de reacción del Consell para defender sus tesis. El órgano asesor de Moncloa dio el visto bueno por unanimidad al dictamen sobre el proyecto de real decreto de los doce planes hidrológicos para el periodo 2022-2027, entre ellos el del Tajo, en el que se fija la cantidad de agua que llegará a las comarcas del sur de Alicantedurante el próximo quinquenio. El decreto vuelve ahora al Ministerio de Transición Ecológica, que tras valorar las consideraciones del órgano asesor elevará el texto definitivo al Consejo de Ministros. Probablemente será aprobado el próximo martes, por lo que el espacio para el diálogo que sigue reclamando la Generalitat queda muy reducido. 

Entrada la noche del jueves todavía no habían trascendido las observaciones apuntadas por el órgano consultivo, que son remitidas únicamente a la parte solicitante, el Ministerio de Transición Ecológica, y que en cualquier caso no son vinculantes. En función de su alcance y contundencia, estas podrían ser recogidas por el departamento de Teresa Ribera en el decreto definitivo. 

Malos augurios

Pero los antecedentes del Consejo de Estado, que no suele poner en demasiados aprietos al Gobierno con sus dictámenes, así como la poca predisposición al diálogo que ha mostrado el Ejecutivo con este asunto pese a las peticiones de la Generalitat para flexibilizar el calendario de aumento de los caudales ecológicos, así como las escasas esperanzas que albergaba el Consell sobre sus propias alegaciones, hace intuir que se elevará al Consejo de Ministros sin incorporar la disposición adicional que convertía en opcional el recorte y que ha sido la causante de que ambas partes se hayan sumido en un enfrentamiento durante semanas. 

Otro indicio preocupante para los intereses que ha defendido la Generalitat es que Castilla-La Mancha, que mantiene tesis opuestas a las valencianas y reclamaba incluso mayores caudales ecológicos, mostró su satisfacción por el «avance» que supone el visto bueno del Consejo de Estado al plan de cuenca. 

En el Ejecutivo valenciano tampoco tenían anoche noticias sobre el dictamen. Fuentes del Consell apuntaron que desconocían el contenido concreto pero avanzaron que usarán «cualquier vía en defensa de los regantes de Alicante» y que, «en cualquier caso», mantendrán «abiertas» las vías de diálogo, una vía que todavía no dan por muerta pese a lo ajustado del calendario.

Diálogo, el plan «A y B»

Dos opciones a las que nunca ha renunciado la Generalitat durante el largo enfrentamiento que ha mantenido con Moncloa por el agua. Aunque no lo concretaron ayer, la vía judicial ha estado siempre sobre la mesa, aunque en todo momento se ha buscado medir los tiempos hasta conocer la literalidad del decreto.

Horas antes de que el dictamen se remitiera a Transición Ecológica, el propio president Ximo Puig ya había apuntado esa necesidad de mantener los puentes tendidos con Moncloa. El socialista avanzó que «sea cual sea» el sentido del dictamen del Consejo de Estado su Ejecutivo será «respetuoso» con la decisión y que «pase lo que pase» continuará «trabajando para buscar soluciones». En ese sentido, aseguró que todos los planes del Consell con el agua pasan por el diálogo, que es el «plan A y el B» de Puig.

Pese a que siguió incidiendo en que el trasvase es «irrenunciable», admitió que también son «fundamentales» las desaladoras y las inversiones para mejorar el agua.

La consellera de Agricultura, Isaura Navarro, también incidió en la vía del acuerdo y pidió «volver al diálogo» para recuperar la disposición adicional. «Emplazamos al ministerio a volver al diálogo, sentarnos en una mesa y hablar de ese contenido, que es muy importante para defender la agricultura del sur de Alicante», dijo.