Un año estudiando lejos de las bombas de Ucrania

Para Dimitri la palabra más difícil en castellano es “otorrinoli”, “otorrinolari”, “otorrinolaringólogo”. Dice mientras la clase estalla de risa con él. Es uno de los estudiantes de refuerzo de castellano del CEIP Les Arts, un cole construido el año pasado y que tiene la mayor cantidad de alumnado ucraniano de València. 

En su clase hay varios compatriotas, también está su hermana Adelina, algún niño ruso, dos pakistaníes, un estadounidense, un niño de Belgrado y otro del Kirguistán. El día de la visita de los periodistas tocaba hablar de las profesiones. Dos chiquillas que a penas llevan seis meses en València ya pueden mantener una conversación en castellano, saben un poquito de 'valencià' y aseguran que "el ucraniano es más difícil que el español".

La profesora Encarna, les da refuerzo del idioma dos o tres veces por semana, dependiendo de lo que necesiten. No hay libretas, solo les interesa que hablen mucho para que tengan soltura. Mientras tanto, pueden usar tablets en otras asignaturas para traducir a su lengua materna. 

Begoña Aparicio, directora del centro, explica que la acogida de alumnado ucraniano desplazado por la guerra ha sido un gran reto que han afrontado con el mismo personal de siempre. "Nosotras ya estábamos acostumbradas porque en este cole hay 28 nacionalidades", explica. Aún así Aparicio añade que el goteo no ha parado y "todavía siguen llegando alumnado a día de hoy", un año después del inicio de la invasión rusa.

La realidad es que la acogida en los colegios ha sido un ejemplo de buen funcionamiento. "Si un niño llegaba el lunes a València, el miércoles estaba estudiando en el colegio con beca comedor", asegura Aparicio. Aunque las primeras semanas no fueron fáciles; lo primero que hicieron fue dar muchas más horas de refuerzo de castellano.

La Comunitat Valenciana es la autonomía que más alumnado desplazado por la guerra concentra de toda España (13.582 estudiantes). De estos, 10.224 son niños y jóvenes que estudian educación obligatoria (Infantil, Primaria, Educación Especial y ESO). En total, 1.106 estudian en centros educativos de las comarcas de Castellón; 5.425 en las de Valencia; y 7.321 en las de Alicante,

El resto es alumnado adulto que en su mayoría estudia castellano en una Escuela Oficial de Idiomas (EOI) o Escuelas de Adultos . Antes de la invasión, el alumnado ucraniano en el sistema educativo valenciano era de 400 alumnos.

Para hacerse una idea del nivel de la acogida en nuestro territorio, solo Torrevieja (1.733 estudiantes), tiene más alumnado que 13 autonomías, ya que ninguna de ellas llega a los 1.500. Solo el IES Mediterráneo de Torrevieja (122 ucranianos escolarizados, y 82 rusos) cuenta con más estudiantes de este país invadido que La Rioja.

Protocolo de acogida

Para hacer frente a todas las llegadas, Conselleria de Educación contrató y está manteniendo a profesorado de refuerzo en las aulas para atender esta escolarización sobrevenida, y también diseñó un protocolo para la acogida del alumnado ucraniano desplazado por la guerra.

En el caso de las llegadas masivas, Educación contó con la mediación de intérpretes. Además, el Ministerio implantó en mayo del año pasado la figura del auxiliar de conversación en lengua ucraniana. A día de hoy hay 55 profesionales de este tipo en todo el territorio. De hecho, Aparicio explica que algunas familias "contrataron sus propios traductores para ayudarles con la documentación, aunque solo los primeros días", ya que "había muchos que tampoco sabían inglés, entonces la barrera era más grande".

Este programa acabó el pasado 31 de diciembre y Conselleria ha solicitado al Gobierno que lo renueve debido a que "la crisis humanitaria debido a la guerra se mantiene así como la necesidad de atender a los refugiados ucranianos en edad escolar acogidos en España", ya que la Comunitat es quien más población de este tipo concentra.

Victoria es la madre de una de las niñas que estudia en el CEIP Les Arts, curiosamente era directora de un centro educativo en ucrania y también es psicóloga. Ahora, aunque su marido trabaja y han podido encontrar un alquiler, ella sigue estudiando castellano y buscando oportunidades. Dice que no han tenido ningún problema en la acogida, que su hija "es feliz" y tiene ganas de que llegue el lunes para asistir al refuerzo de castellano con sus amigas.

Sergio, que es ruso, asegura lo mismo, tiene un hijo en quinto de primaria y un bebé en casa. Vino a España hace unos pocos meses huyendo del reclutamiento militar forzoso, y tiene la suerte de poder teletrabajar desde València. Su hijo asegura que "no sabe" por qué vinieron a València, pero a pesar de todo está contento con sus nuevos amigos.

"Necesitamos más recursos"

En el IES Mediterráneo han vivido la mayor oleada de alumnos de España. El instituto cuenta con 45 nacionalidades y más de mil alumnos, así que está acostumbrado a dar acogida a personas de fuera. "Ahora mismo tenemos 125 alumnos ucranianos, no todos desde el principio de la guerra", explica Manuel Abadejo, director del centro.

Abadejo explica que se ha producido un "efecto llamada", ya que la zona ya contaba con una gran comunidad de rusos y ucranianos. "La primera oleada fue de niños y niñas cuyos padres ya tenían una vivienda aquí. Eran familias adineradas que tienen en Torrevieja la segunda residencia y por eso se han asentado aquí. Muchos niños con un dominio alto del inglés. Lejos de la imagen que se puede tener de un niño que huye de la guerra", explica.

A día de hoy siguen llegando rusos y ucranianos "prácticamente cada semana", pero muchos no se quedan. "Es común que vengan porque a lo mejor tienen algún familiar por la zona, pero en cuanto encuentran una oportunidad en otra parte del país los niños se desmatriculan. Tenemos muchas altas y bajas", asegura Abadejo.

El grupo de refuerzo del español del instituto ha sido lo que ha hecho más fácil la acogida. Esta clase ya existía antes, y durante la invasión rusa se reforzó hasta acabar atendiendo a más de 100 alumnos como hace ahora. "Los niños dan clase 30 horas a la semana, pues a los que acaban de llegar los sacamos 7 horas para refuerzo de castellano, los de nivel intermedio 5, y nivel avanzado 3", cuenta. Añade que les permiten tener su móvil o una tablet en el resto de clases para ayudarse con el idioma.

El mayor problema que enfrentan ahora es, sin embargo, que necesitan profesores. "Necesitamos muchos refuerzos desde que el Ministerio quitó los auxiliares de conversación. Ahora mismo estamos faltos de personal porque hay que seguir atendiendo a todos estos niños", denuncia Abadejo. También reivindica que, por este motivo, "nuestras ratios son demasiado altas, mientras que en una clase normal pueden ser 30 nosotros estamos en 34".

Llegada de alumnado ruso

También está influyendo en la guerra de Ucrania la llegada del alumnado con nacionalidad rusa. Mientras que en el curso 2019-20 había 2.886 personas, a fecha de 9 de febrero hay casi 4.500 alumnos, y subiendo. El incremento más acusado se dio en el curso 2021-22, cuando de 3.025 pasaron a 3.720 alumnos y alumnas, debido a la invasión de Ucrania y a partir de las movilizaciones forzosas de ciudadanos rusos a partir del pasado mes de septiembre. De hecho, en lo que llevamos de curso hemos aumentado en 776 alumnos rusos.

Igual que en el caso de los ucranianos los patrones de concentración se repiten en las comarcas del sur de Alicante, especialmente en la Vega Baja y Torrevieja, por las mismas razones que se han comentado anteriormente.

En el caso de los estudiantes rusos no universitarios, la concentración se repite. Son 6.986 en toda la Comunitat: 233 en Castelló, 2.148 en València y 4.605 en Alicante. El alumnado menor de edad, Bachillerato y FP son 4.496 (142 en Castell´, 1.376 en València y 2.978 en Alicante). En Torrevieja se concentra la población: hay 1.294 alumnos rusos, de ellos 729 menores de edad.

Educación no dispone de estadísticas del reparto del alumnado ruso en el resto del territorio, pero explica que "estamos seguros de que en la Comunitat Valenciana las cifras son muy superiores al resto de España, y por ello hemos solicitado al Ministerio que también incluya auxiliares de conversación rusos para facilitar la inclusión de este alumnado".

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