Médicos, agua, fuegos y corrupción: el esquema se repite 28 años después

La agenda política actual tiene paralelismos con la que llevó a la victoria al PP en los comicios del 28 de mayo de 1995. El Consell del Botànic ha marcado una posición distinta ante el Gobierno

Imagen del incendio que arrasó en 1994 miles de hectáreas en Els Ports.

Imagen del incendio que arrasó en 1994 miles de hectáreas en Els Ports. / Levante-EMV

Alfons Garcia

Alfons Garcia

«Váyase, señor González». La frase de José María Aznar al entonces presidente socialista del Gobierno fue una melodía de los años 90, el sonsonete que acompañó las vísperas de las elecciones autonómicas de 1995, en las que un joven y poco conocido (entonces) Eduardo Zaplana acabó con la hegemonía socialista en la Comunitat Valenciana y sacó del Palau de la Generalitat a Joan Lerma. La historia no se repite, pero hay esquemas que la estrategia política tiende a emular, porque funcionaron. Y ello es especialmente visible en estos días de tensión social entre el Gobierno valenciano de izquierdas y el colectivo de médicos. Porque ese fue también el contexto con el que se acudió a votar el 28 de mayo de 1995, el mismo día que se sacarán las urnas 28 años después.

La fecha no es la única coincidencia. Los médicos estaban en guerra, como se explicaba ayer en las páginas de este diario, en un paro que se prolongó durante 72 días con los comicios en medio, de forma que la negociación empezó con un conseller de un color político (el exrector Joaquín Colomer, designado por Lerma) y acabó con otro de signo distinto (el doctor y político veterano de la Transición Joaquín Farnós, elegido por Zaplana para su primer gabinete). Aquel conflicto de importante impacto en la vida diaria de los ciudadanos fue parte del telón de fondo con el que se acudió a votar aquel 28M. Y algo parecido vemos estos días, aunque está por ver el alcance que puede tener la convocatoria actual y su duración.

Pero hay otros paralelismos. El CIS decía en abril de 1995 que la sequía preocupaba más a los valencianos que la corrupción. El dato dice mucho de aquella época, en la que se sitúan las primeras batallas por el agua después de varias años de descenso continuado de las precipitaciones. Esa temporada seca, no se sabe por qué extraña providencia, finalizó el otoño posterior a las elecciones de aquel año. El ministro socialista del ramo era Josep Borrell, hoy alto dignatario europeo. 

En esa etapa comienzan las disputas con Castilla-La Mancha y en esos años de sequía previos a las elecciones de 1995 se impregna la idea de un maltrato al campo valenciano en la distribución de recursos hídricos. Algo que perdura.

Gobierno de Joan Lerma (en el centro) de los años noventa.

alfonsgarcia@epi.es / Levante-EMV

Ahora, casi 30 años después, estamos también con un recorte del trasvase Tajo-Segura decretado por el Gobierno de España y con movilizaciones de protesta. No es lo mismo, pero algo se parece.

Y otra conexión entre ambos tiempos es que los incendios forestales estaban entonces también en lo alto de la agenda política. Ahora es por lo que pasó y lo mucho más que pudo pasar en un tren de viajeros que se detuvo cuando se introducía el pasado verano en el incendio forestal de Bejís, del que no recibió aviso. Entonces era por una campaña de fuegos, la del verano de 1994, recordada como una de las peores, si no la peor. Las llamas arrasaron más de 130.000 hectáreas y murieron trece personas. La oposición señaló a Lerma, que llegó a verse increpado en una visita a una zona devastada.

Aroma de corrupción

El aroma de aquella primavera era el tufo de corrupción política que llegaba desde Madrid, con la fuga del jefe de la Guardia Civil Luis Roldán, el caso Juan Guerra recién sentenciado con una condena al hermano del exvicepresidente y con Filesa paseando también por los juzgados la financiación del PSOE. El perfume espeso y zafio del actual caso del ‘Tito’ Berni recuerda al de aquellos tiempos. 

El aroma turbio de los casos Roldán y Juan Guerra recuerda al que desprende ahora el del ‘Tito’ Berni

La presión contra el presidente socialista del Gobierno puede ser pareja ahora, pero la actitud social con el Gobierno valenciano no lo parece, al menos no es lo que reflejan las encuestas. Habrá que ver, no obstante, cómo evoluciona la huelga médica, pero tras el primer día la repercusión no parece desbocada. Asimismo, la respuesta con el Gobierno con respecto al trasvase (se ha anunciado un recurso judicial) ha sido diferente a la lacónica de otros tiempos. Los esquemas pueden parecerse. Lo que suceda este 28M habrá que ver si recuerda a aquel, pero hoy ni el bipartidismo sobrevive.

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