"Tememos no volver a nuestras casas hasta dentro de cinco días"

Segorbe, Navajas y Onda aún acogen a casi 200 desplazados de municipios afectados

Dos bomberos forestales repasan la zona quemada tras el paso de las llamas en una zona próxima a Montán. | BIEL ALIÑO/EFE

Dos bomberos forestales repasan la zona quemada tras el paso de las llamas en una zona próxima a Montán. | BIEL ALIÑO/EFE / núria b.bigné. segorbe

Núria B. Bigné

Este miércoles los vecinos del Alto Mijares desalojados a causa del voraz incendio forestal que ha dejado ya 4.700 quemadas en la comarca del Alto Mijares, en el interior de Castellón, cumplirán siete noches lejos de sus casas y, pese al tiempo transcurrido, temen todavía no poder regresar a sus hogares «en cuatro o cinco días más». Y es que, entre Segorbe, Navajas y Onda, hay repartidas casi 200 personas desplazadas de las 1.700 desalojadas. La mayoría de ellas deciden pernoctar con familiares o en segundas residencias.

«Pasan los días y, aunque intentamos ser optimistas, no vemos volver a nadie a su pueblo. Más bien hemos visto la llegada de nuevas víctimas, como las de Pavías, Higueras y Torralba», señalan los afectados desde el pabellón municipal de Segorbe, donde la Cruz Roja atiende a diario a unas 80 personas que duermen en el seminario de la localidad.

Y es que la fuerza del fuego y el riesgo activo para los vecinos no dejan pensar, por el momento, en el regreso. La seguridad de las personas es lo primero y, por ello, ni siquiera las autoridades se atreven a dar plazos después de que el incendio se desbocara por completo el lunes por la tarde en un flanco inesperado, con las llamas amenazando seriamente el casco urbano de Montán.

José Gómez, de 81 años, es uno de los últimos vecinos desalojados. Este lunes dejó su vivienda en Higueras tras más de 60 años vivienda en la localidad. Cuando la obligaron a dejar Montanejos, Roxana Vidaure, de 48 años, decidió marcharse a Madrid con unos familiares. Mari Montaraz, de 61 años, es una de los pocos afortunado que ha podido volver a su casa en Puebla de Arenoso acompañada de la Guardia Civil. La imagen fue impactante y, a buen seguro, no podrá olvidarla fácilmente. «El fuego se ha quedado solo a tres metros», cuenta aliviada.