El poniente amaina y facilita el retorno de más evacuados

Los habitantes de Torralba, Arañuel y Artejuela vovieron ayer a casa y hoy lo harán los de Montanejos y Fuente la Reina

Un panorama desolador

Un panorama desolador / EFE/ Manuel Bruque

S. Ríos / L. Camporro

Hay esperanza. El final del incendio del Alto Mijares parece estar más cerca. Si las previsiones acompañan y no hay ningún rebrote inesperado, los equipos de extinción confían en poder dar por estabilizado este fuego que ya ha arrasado casi 5.000 hectáreas de terreno de gran valor ecológico y ha obligado a desalojar a    cerca de 1.700 vecinos.

Tras una semana ardiendo el interior de Castellón, la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, anunció ayer que el incendio de Villanueva de Viver evoluciona de manera positiva, lo que permitió volver a sus casas a 115 vecinos de Torralba del Pinar, Arañuel y su pedanía Artejuela.

Estos desalojados se unen a los de los cerca de 200 habitantes de Higueras, Pavías, Villanueva de Viver y Puebla de Arenoso y sus pedanías de los Cantos y la Monzona que pudieron retornar el miércoles. Si no hay imprevistos de última hora, los planes de los equipos de emergencias es que hoy lo hagan los de Montanejos, Fuente la Reina y los Calpes. Solo quedarían evacuados los habitantes de Montán que podrían hacerlo durante la tarde de hoy o ya mañana.

Durante la jornada de ayer también se acordó que las personas que el miércoles volvieron a sus municipios puedan «normalizar su vida» y se les permite ya la circulación dentro de la población. También podrán abrir los bares y tendrán «cierta movilidad».

La alegría de volver

La sensación ayer en estos municipios era de alivio y alegría. Griselda regenta el único bar de Villanueva de Viver, y reconoce que ha vivido estos días «con bastante angustia y preocupación» porque no sabía hasta dónde iba a llegar el fuego. En Puebla de Arenoso, se vieron abrazos de reencuentro. Pedro Navarro, teniente de alcalde y vecino de esta localidad, afirmó que al llegar al pueblo tuvieron la «sorpresa agradable» de que la zona sur no está calcinada, cuando se habían «hecho a la idea de que estaría todo quemado».

Las tareas de extinción se centraron ayer en los tres puntos más calientes que se intentan enfriar. Se trata de la zona situada junto a la Fuente de los Baños, la que dio el salto el fuego cerca de Montán y otra junto a Fuente la Reina.

A pesar de las elevadas temperaturas y la alerta por rachas fuertes de viento de poniente que pudieran dificultar los trabajos de los equipos de emergencias, finalmente, la meteorología jugó un papel clave al ser las condiciones más favorables de lo esperado, ya que el viento solo sopló a unos 15 ó 20 kilómetros por hora.

Reignición extinguida

También se produjo una reignición que se extinguió rápidamente, lo que permitió respirar con cierta tranquilidad al no empeorar la situación relativamente calmada durante toda la jornada. La evolución del incendio, en cualquier caso, está siendo muy favorable, como en las últimas 24 horas, tal como señalaba la consellera Gabriela Bravo a medio día.

A lo largo de la noche los drones de la UME habían estado trabajando para detectar los puntos calientes. La mayor parte de los recursos se concentraron en la mañana de ayer en trabajar en los tres puntos calientes de las zonas sensibles que aún tenemos en este momento: la que está situada junto a Los Baños, la zona en la que dio el salto el fuego y la tercera la que se encuentra junto a Fuentelareina.

«Los vientos, pese a ser de poniente, no han soplando tan fuerte como esperábamos. Las rachas de viento llegaron a unos 20 o 30 km/hora, lo que está favoreciendo mucho los trabajos, y sobre todo está evitando un mayor número de reproducciones», explicaba la consellera. Pese a ello no ocultaba que se estaba aún frente a unas horas muy críticas.

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