ANÁLISIS

Alcaldes que gobiernan sus pueblos con la oposición pisándoles los talones

En Beniarjó o Benifairó han conseguido aprobar presupuestos por unanimidad

Los alcaldes de Villalonga, Beniflà y Ròtova, en minoría

Los alcaldes de Villalonga, Beniflà y Ròtova, en minoría / Levante-EMV

Toni Álvarez Casaova

Gobernar un ayuntamiento, por pequeño que sea, no es, ni de lejos, tarea sencilla. Y mucho menos hacerlo sin tener una mayoría suficiente en el pleno municipal, algo que puede provocar el bloqueo de algunos planes y propuestas y la necesidad de dialogar, consensuar y ceder para sacarlos adelante.

Se le puede preguntar a Jordi Puig, alcalde de Ròtova. El candidato a la reelección, de Compromís, ha podido comprobar en sus propias carnes qué significa gobernar en minoría. Ganó por mayoría absoluta las elecciones del 2019. Sin embargo, fue muy justa, ya que logró 5 concejales por cuatro del PP. Pasados unos meses de la legislatura, dos de los ediles se pasaron al grupo mixto por discrepancias, lo que dejó al ejecutivo en clara minoría.

Eso ha provocado que muchas de las propuestas que Compromís llevaba al pleno no hayan salido adelante. De hecho, fue el único pueblo que durante meses bloqueó la aprobación del nuevo estatuto de la Mancomunitat de la Safor.

En Beniflà, el asunto no ha sido tampoco sencillo para su alcalde, el popular Borja Gironés. Tal es la situación que no se ha podido cumplir el pacto entre PP y Ciudadanos que comportaba compartir la alcaldía a dos años cada uno. Estas dos formaciones lograron juntas cuatro ediles, uno más que el PSPV-PSOE. Las formaciones de derechas cerraron el pacto pero Carmelo Orozco, que fue el número 2 de la lista popular, abandonó el grupo para pasar a no adscrito. Ese movimiento hizo temer tanto a Gironés como a Trini Ramiro, candidata de Cs y que iba a ser alcaldesa, que un pleno para investirla podría acabar con David Ribas de nuevo como primer edil. Por ese motivo, Gironés ha acabado siendo alcalde toda la legislatura.

Hasta tres partidos (PP, Compromís y Fer Poble) tuvieron que pactar en Villalonga para evitar que gobernara el PSPV, que se quedó a un edil de la mayoría absoluta, con cinco. De los seis concejales que formaban el Ejecutivo local, solo quedan cuatro, ya que Compromís se salió y ahora la oposición tiene mayoría.

En otros municipios, la minoría no ha sido tan angustiosa. La socialista Eva Llinares ha sido alcaldesa de Beniarjó durante toda la legislatura en esa condición y no solo ha superado los cuatro años en el cargo, sino que los dos últimos presupuestos municipales los ha aprobado por unanimidad del pleno.

En Benifairó, Josep Antoni Alberola, de Compromís, también ha vivido al límite no solo esta legislatura, sino también la anterior. Sin embargo, la formación ha logrado sacar la mayoría de los presupuestos por unanimidad.

Tres alcaldes que también han gozado de tranquilidad pese a estar en minoría son Miquel Donet, de Barx (Cs), que durante esta legislatura no ha vivido ni la mitad de polémicas que tuvo la anterior con la popular María Hernandis, el de Rafelcofer, Josep Montserrat, de Compromís, el de Simat, Víctor Mansanet (EUPV), donde el PP se quedó a pocos votos de la mayoría absoluta y David Morant, de Independents per Piles.