La igualdad entre bloques y las redes sociales complican la reflexión

Los partidos admiten que mantendrán su actividad online aunque ajustándose a los requisitos legales

Carteles electorales, ayer en València

Carteles electorales, ayer en València / Miguel Ángel Montesinos

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

Si quiere aprovechar este sábado para ordenar ideas y decidir a qué partido entregará su voto el 28M, apague el móvil y cualquier dispositivo con conexión a internet. Es prácticamente la única vía para hacer efectiva esta jornada de reflexión, que con toda probabilidad no será tal en las redes sociales. La ley electoral prohíbe a los partidos que concurren a las elecciones pedir el voto durante el día previo a la apertura de las urnas, una fórmula surgida en España tras la dictadura franquista y cuya eficacia es ampliamente cuestionada hoy en día, donde el mundo digital abre infinidad de resquicios legales y los algoritmos deciden quién y cuándo recibe un determinado mensaje.

Así, las principales formaciones en la Comunitat Valenciana aseguran que van a cumplir ese principio básico de no interferir en el ejercicio retrospectivo del elector, pero casi ninguna renunciará a dejarse ver en la red. No es nada nuevo, pero esa necesidad de sacar la aspiradora en busca de recoger cualquier voto de indecisos de última hora cobra importancia ahora por los estrechos márgenes que separan al bloque de la izquierda y la derecha.

Así, mientras los Ximo Puig, Carlos Mazón, Joan Baldoví, Héctor Illueca, Mamen Peris y Carlos Flores aprovechan la tensa calma para dedicar algo de tiempo a sus familias y a buscar algo de calma tras meses de intensísima actividad (contenido que sin duda acabará también al alcance de cualquier usuario de redes sociales), las publicaciones exaltando a sus respectivos candidatos seguirán circulando por las plataformas de los partidos y de sus cuentas satélite, aunque amoldados a los requisitos legales.

El papel del algoritmo

No serán los únicos mensajes que pueda recibir aquel elector indeciso que opte por abrir Twitter o cualquier otra plataforma similar. El politólogo Álex Comes apunta que habrá "múltiples impactos políticos" circulando por las redes con apelaciones directas al voto y que sin embargo, serán legales. Se refiere a aquellos mensajes lanzados antes de la medianoche pasada, cuando todavía están permitidas estas prácticas.

"Si publican un tuit esta noche (por el viernes), la gran mayoría de usuarios lo consumirán mañana (por hoy sábado). Los algoritmos son caprichosos y muchas veces muestran mensajes anteriores", defiende en conversación con Levante-EMV.

Comes considera la jornada de reflexión y otras limitaciones de la ley electoral como la prohibición de publicar encuestas en los días previos como "cosas del pasado", si bien sí que admite la importancia que adquieren los indecisos estas horas previas a las elecciones en un escenario de máxima igualdad.

Cifra esta bolsa de electores dudosos "entre el 30 y el 35 %" del censo de la Comunitat Valenciana. "Entre tres y cuatro de cada diez lo deciden entre el jueves y el domingo electoral. Y el 20 % el último día, incluso dentro del propio colegio", indica. Así, no duda que este colectivo va a ser decisivo para definir el color del próximo Consell: "Ahí va a estar el ganador".