Botones del pánico en La Coma y otros centros de salud conflictivos ante el miedo a las agresiones

Es una de las medidas alternativas que prevé Sanidad cuando el resto son insuficientes | Se recurre también a una alerta silenciosa desde el ordenador, seguridad privada o cámaras de vigilancia

V.Salinas/J. Hernández/ D. Pamies/ R.Míguez

A mayor nivel de riesgo, más medidas para evitar agresiones a los profesionales en centros de salud y hospitales que van en aumento en toda España. Es la máxima de la Conselleria de Sanidad que ya se está viendo en varios de los centros de salud más conflictivos de las tres provincias. Sistema de alerta silenciosos a través del ordenador, seguridad privada en la puerta y, lo último es la instalación de "botones del pánico" para alertar de forma inmediata si se está produciendo algún tipo de agresión o hay riesgo de que se produzca.

En el centro de salud de La Coma en Paterna, que este mes de mayo estuvo cerrado durante doce días por la baja en bloque de todo su personal tras las continuas amenazas e incluso agresiones registradas al personal está en marcha y también en otros centros en los que se han registrado problemas de la provincia de Alicante.

Se trata de dispositivos que, una vez activados, desatan una potente señal sonora. Ayudan así a alertar a todo el centro de que alguien de la plantilla está en una situación potencialmente peligrosa y además, buscan disuadir al potencial agresor. Según han confirmado fuentes de la Conselleria de Sanidad, en el centro de Paterna ya está en marcha aunque no es el único en la provincia de Valencia y también lo está en el centro de salud de Juan XXIII, en el departamento de Alicante-Sant Joan, que ha sido uno de los pioneros en instalar este sistema en la provincia.

Es uno de los últimos sistemas en ponerse en marcha ante el aumento paulatino de episodios de violencia verbal y física que se están dando hacia el colectivo sanitario según reflejan los casos registrados por los colegios profesionales, sobre todo después de la pandemia. Pero no es el único.

Un aviso silencioso desde los ordenadores

El plan integral de prevención de las agresiones de la conselleria enumera varias medidas estándar a las que también tiene acceso el personal como el código alerta. Se trata de una aplicación que los sanitarios tienen activada en sus ordenadores personales (y que se identifica con un icono de un salvavidas naranja y blanco) y que al activarlo lanza una alerta (silenciosa) que salta en los ordenadores de otros compañeros. En cada centro se decide qué ordenadores están interconectados y a quién hay que avisar.

La intención es que, ante la presencia de más personas, esa situación de riesgo no escale ya que, según reconocen desde la administración "la simple presencia de otras personas puede ser disuasoria y desistir de la actitud agresiva".

Sin embargo, cuando este tipo de medidas no son suficientes, el plan de la conselleria deja la puerta abierta a aplicar "otros sistemas alternativos" como el de los botones del pánico, recurrir a la seguridad privada o poner cámaras de vigilancia, y hay muchos espacios sanitarios que se están convirtiendo en verdaderas áreas conflictivas.

Récord de agresiones a médicos en España

La Coma es el epítome de esta escalada de amenazas y agresiones al personal, sobre todo después de que tras la pandemia de covid, los centros de salud hayan vuelto a las visitas presenciales y se esté registrando un aumento de la demanda de citas por parte de los pacientes. El sistema no está siendo capaz de asumir esta subida (que se suma a muchos procesos que quedaron pendiente durante la pandemia) y están aumentando los tiempos de espera, tanto para ver al médico de Familia, como para hacerse pruebas o para ser atendido en otros servicios, lo que está dando pie a que suceda lo que no debería, que el descontento derive en agresión.

Según el último informe del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, este tipo de problemas por tiempos de espera están detrás de dos de cada diez agresiones que se registraron a médicos el año pasado y que fueron 56 en la Comunitat Valenciana y 843 en toda España, un 25 % por encima de las registradas en 2019, el último año prepandemia y un récord histórico. Estas son las que llegan ante los colegios profesionales porque, la gran mayoría, no terminan denunciándose ante ninguna instancia. Las más comunes, sin embargo, están motivadas por temas asistenciales, como no estar de acuerdo con la atención recibida.

Según el organismo colegial, las médicas son las que sufren más agresiones y los centros de salud de Primaria siguen siendo donde más suceden por delante de los hospitales o servicios como las Urgencias. En ocho de cada diez casos, las agresiones denunciadas son insultos y amenazas mientras que el 16 % restante llegaron a lesiones físicas.