El calor y la falta de lluvia fulminan la temporada de setas en la Comunitat Valenciana

Los hongos silvestres duplican su precio en el mercado por la sequía y el níscalo llega a los 45 euros el kilo ante la escasez de producto

Dos recolectores de níscalos en Morella, en una imagen de otra temporada.

Dos recolectores de níscalos en Morella, en una imagen de otra temporada. / Javier Ortí

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

La falta de lluvias y el calor de las últimas semanas ha fulminado este otoño la temporada de setas en la Comunitat Valenciana. Los hongos silvestres han duplicado su precio en el mercado por la sequía y los distribuidores se han visto obligados a recurrir a la importación porque en otras zonas de España como en los Pirineos la temporada está siendo nefasta. El níscalo, el producto más consumido por los valencianos, ha llegado a los 45 euros el kilo por la escasez de producto.

Nacho Tarazona, vocal de la  Sociedad Micológica Valenciana, apunta que los recolectores están pendientes de que llueva y «se pueda arreglar la situación», pero advierte de que es complicado porque está a punto de llegar el frío y cuando la temperatura baja a ocho grados (algo normal en noviembre en los municipios de interior) las setas no salen.

Venta de setas en el mercado de Castelló, en imagen de archivo.

Venta de setas en el mercado de Castelló, en imagen de archivo. / Levante-EMV

Temperatura

El experto en micología (que es la rama de la biología que se dedica al estudio de los hongos) insiste en que la temporada de setas depende de «las lluvias y la temperatura. Con temperatura baja no salen y con mucho calor como el que ha hecho las últimas semanas tampoco. El níscalo necesita para crecer cuarenta días tras las primeras lluvias de finales de agosto y septiembre. Llevamos desde el 16 de septiembre con temperaturas altas y sin lluvias, y las setas no ha salido».

Tarazona lamenta que cada año es más complicado encontrar setas por las condiciones meteorológicas. El micólogo añade que el viento también es perjudicial porque cambia las condiciones del terreno. «Provoca la evaporación del agua del suelo y dificulta el crecimiento de los hongos. Estamos preocupados porque ya han comenzado a producirse episodios de viento», señala.

Exposición micológica en el jardín del Túria.

Exposición micológica en el jardín del Túria. / Levante-EMV

Zonas de producción

Las zonas de la Comunitat Valenciana con más producción de setas son Serra Calderona, Sierra de Espadán, la montaña Peñagolosa,Serra de Mariola, el parque natural de La Tinença de Benifassà y Fredes. El níscalo es fácil de encontrar en una temporada normal en las montañas de Serra Calderona. En las inmediaciones del Peñagolosa y Sierra del Espadán también suele abundar el níscalo, el boletus pinícola y el edulis (hongo blanco). Otras setas apreciadas por los recolectores debido a su textura y a su composición (rica en sales minerales, fósforo, hierro y potasio) son la llanega blanca y negra, que se encuentran por zonas del interior como Xilet, en dirección a Sierra de Espadán.

El representante de la  Sociedad Micológica Valenciana confirma que los precios de las setas más demandas se han duplicado esta temporada ante la falta de oferta. «En el mercado el kilo de níscalos está a 45 euros porque hay muy pocos. Posiblemente en las próximas semanas caiga el precio porque la producción en Soria está siendo buena gracias a las lluvias que han tenido y a que la temperatura es más baja en que en la Comunitat Valenciana», asegura.

Un recolector en Vilafranca en septiembre de 2019.

Un recolector en Vilafranca en septiembre de 2019. / Levante-EMV

Los hongos suelen crecer en la humedad que proporciona la sombra de los árboles, pero también en cualquier ambiente húmedo y con poca luz. La temperatura ideal para la formación de setas oscila entre los 10 y los 25 grados.

Negocio

En la Comunitat Valenciana hay una gran afición a recoger setas, aunque no hay tantas empresas que se dediquen al negocio a gran escala como en Soria o en Lleida. De hecho, el peso del negocio de la seta silvestre está muy restringido frente a la seta cultivada, como el champiñón, que tiene un impacto mayor.

Los distribuidores importan de Rumanía y Bulgaria

Los distribuidores se han visto obligados a importar níscalos (rovellons) de Rumanía y rebozuelos (rossinyols) de Bulgaria para atender la demanda de los consumidores valencianos. Además, están trabajando con otros mercados como el francés. Los expertos apuntan que en las próximas semanas habrá níscalos españoles porque la producción en Soria está siendo buena gracias a las tormentas de las últimas semanas. 

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