Las mutaciones genéticas están detrás de la mayoría de muertes súbitas en jóvenes

Al año se registran 35.000 muertes súbitas en España y unas 400 son de deportistas jóvenes, en la mayoría de estos casos, hay una alteración en el ADN detrás

Los expertos insisten en que el deporte es salud pero a mayor intensidad, mayor riesgo de ahí que aboguen por "invertir en salud"

Una de las mesas del VIII Congreso Nacional sobre Muerte Súbita, con Araceli Boraita y Cristina Pérez como ponentes.

Una de las mesas del VIII Congreso Nacional sobre Muerte Súbita, con Araceli Boraita y Cristina Pérez como ponentes. / Fernando Bustamante

Cerca de 35.000 personas mueren al año por muerte súbita. La gran mayoría son personas de edad avanzada o con condiciones de riesgo a las que un estrechamiento de las arterias que riegan el corazón les lleva a la muerte. Las menos, pero las más traumáticas y mediáticas precisamente por ello, son las de jóvenes que caen desplomados, por ejemplo, en mitad de un partido de fútbol o de una carrera y pueden llegar a ser hasta 400 al año en España. Sin malformaciones congénitas en el corazón ni otros factores de riesgo la explicación hay que buscarla en el ADN: "la mayoría de estas muertes súbitas en menores de 35 años, haciendo deporte o no, son por causas genéticas".

Así se puso ayer de relieve en el VIII Congreso Nacional sobre la Muerte Súbita que se celebró en el CaixaForum de València de la mano de la Asociación Española contra la Muerte Súbita José Durán #7 y la Fundación Quaes y que sentó a la mesa a expertos en medicina, deportistas de élite y pacientes. Las muertes súbitas son más frecuentes en edad avanzada porque la principal causa son las cardiopatías isquémicas (esos estrechamientos de las arterias muy relacionados con el envejecimiento, el colesterol, tabaquismo, obesidad o hipertensión).

Mutaciones del ADN que afectan al corazón

"Cuando le pasa a una persona de 90 años incluso pensamos que es por mejor porque no ha sufrido, pero por debajo de 35 años son muy impactantes y remueven a la sociedad", apuntaba la cardióloga Esther Zorio, coordinadora de la Unidad de Cardiopatías Familiares y muerte súbita de La Fe. En estos casos en los que no existen esos factores de riesgo y el corazón está sano la explicación hay que buscarla "la mayoría de veces en causas genéticas, haya involucrado deporte o no", explicaba Zorio.

Esas mutaciones del ADN que pueden llegar a alterar la estructura o la electricidad del corazón y desembocar en una muerte súbita incluso sin haber dado la cara antes, son las que se abordan en esta unidad. En ella rastrean esas alteraciones genéticas en los miembros de una familia cuando "ha habido uno de estos fallecimientos y se sospecha causa genética o a un miembro se le ha diagnosticado una de estas enfermedades", añade Zorio. "Estas unidades hacen un gran papel porque por cada paciente diagnosticado, puedes salvar a cuatro miembros de la familia", añadía Araceli Boraita, cardióloga especializada en Deporte y exjefa del servicio de Cardiología del Centro de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes.

El Congreso de Muerte Súbita se celebró en el auditorio del CaixaForum.

El Congreso de Muerte Súbita se celebró en el auditorio del CaixaForum. / Fernando Bustamante

"Nadie entiende una muerte súbita en alguien que representa la salud"

Según Boraita, la mayor probabilidad de muerte súbita con estas cardiopatías familiares está en la juventud, "entre los 16 y 25 años" porque en edades más tempranas, "aunque los niños hagan ejercicio no lo hacen a igual intensidad que un adolescente y estas enfermedades son degenerativas y progresivas pero no dan la cara hasta más tarde". Son, para la especialista "las menos pero las más llamativas y llegan mucho porque nadie entiende que esa persona que es la representación de la salud muera así", apuntaba.

"El conocimiento es lo que mejor nos puede proteger, aunque sea una obviedad: los pacientes que tienen una miocardiopatía y lo saben, tienen mejor pronóstico que los que no", añadía Cristina Pérez, de los servicios médicos del Valencia CF. De ahí que tanto ella como el resto de profesionales abogaran por preocuparse por el estado del corazón ya se fuera deportista de élite o se practicara por diversión. "Es invertir en salud, hay que concienciar a toda la población que igual que pasamos la ITV, hay que comprobar el corazón", aseguraba Boraita. Pero incluso cuando haya una cardiopatía, los expertos siguen recomendando deporte, "somos muy restrictivos en tres escenarios concretos pero en todos los demás, cada vez abrimos más la mano con cierto control", añadía la doctora Zorio.

A deporte más exigente, mayor control del corazón

Y a más exigencia del deporte, mayor debería ser el control. "Hacer deporte de forma regular es saludable y disminuye la mortalidad por todas las causas", recordaba Cristina Pérez pero en deportes de alta intensidad "hay más riesgo de muerte súbita incluso en deportistas aparentemente sanos, pueden ser cardiópatas y no saberlo".

Así, en las diferentes mesas que conformaron el congreso se recordó la iniciativa italiana de obligar por ley a realizar controles médicos a los deportistas federados. Se empezó en 1971. "Se vio que los deportistas federados tenían más incidencia de muerte súbita que los de su misma edad que no hacían deporte, parece una contradicción pero si tienes un problema, te pones en riesgo", apuntaba Pérez. La ley italiana, en cuestión de 10 años ayudó a bajar las muertes súbitas en este colectivo "en un 90 %, si eso no es rentable, yo ya no sé", apuntaba la médica del Valencia CF:

Y es que no todos los deportistas, incluso los de competición, pasan evaluaciones médicas profundas. Como ejemplo, las palabras de la tenista Eva Guerrero: "en el circuito profesional no hay ninguna exigencia, una revisión médica básica", explicaba. Según Boraita, en los deportistas de alto rendimiento "sí hay más control pero en competición, están mirados pero menos. En el fútbol por ejemplo los de segunda y primera y la selección, por supuesto, pero en las categorías inferiores, el reconocimiento es muy somero".