Las leónidas se preparan para salir, ¿cuando se verán?

Natacha Payá

Una lluvia de estrellas es un maravilloso espectáculo de luces que fascina a todo el mundo. Durante el año tenemos muchas, aunque algunas son complicadas de «cazar». Sin embargo, si les gusta disfrutar de este fenómeno, apunten: llegan las leónidas, y muy pronto será el máximo.

Las leónidas son una lluvia de meteoros visibles todos los años entre el 6 y el 30 de noviembre. Proceden del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que tarda 33,2 años en dar una vuelta completa en su órbita. Teniendo en cuenta que la última vez que pasó cerca de nuestra órbita fue en 1998, no será hasta el 2031 cuando podamos ver una gran lluvia de estrellas en noviembre, como sucedió en 1833 en América del Norte.

Según el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), el próximo 16 y 17 de noviembre será su pico máximo. Su tasa de actividad varía entre 10 y 20 meteoros por hora, una cifra bastante modesta si las comparamos con otras lluvias de estrellas. Afortunadamente, este año será uno de los mejores para su observación, ya que su pico máximo se producirá cuatro días después la luna nueva del 13 de noviembre.

Las leónidas y otras estrellas fugaces no son más que meteoros. Se trata de los «restos» que un cometa ha dejado a su paso y siguen su misma órbita. Las leónidas son fragmentos del cometa 55P/Tempel-Tuttle. El tamaño de las leónidas es variable, y puede oscilar entre un milímetro y varios centímetros. Al entrar en nuestra atmósfera se desintegran viajando a 20.000 kilómetros por hora. En el caso de que su tamaño fuera más grande y no se llegasen a quemar dentro de nuestra atmósfera, dejarían de ser meteoros para convertirse en meteoritos.

Como sucede con otras lluvias de estrellas, el lugar de observación puede ser cualquiera, siempre y cuando sea en campo abierto o en la montaña, o en pequeños núcleos de población. Cualquier mirador, montaña o espacios abiertos y sin obstáculos son sitios para disfrutar de las leónidas. Lo más aconsejable es salir de la ciudad para evitar la contaminación lumínica.

Se recomienda llegar al punto de observación entre media hora y una hora antes de comenzar el espectáculo de estrellas fugaces, así daremos tiempo a nuestra vista para que se acostumbre a la oscuridad. Es favorable que, a pesar del estado de la Luna, se mire hacia las zonas más oscuras, siendo indiferente la dirección. Eso sí, no se olviden de una buena chaqueta porque las noches ya son bastante frías.