Compromís no se baja de la montaña rusa

El paso a un lado de Ribó en València, las turbulencias en Iniciativa y el desplazamiento de poder hacia Més (Bloc) reflejan el periodo de convulsión interna de la coalición, clave en las aspiraciones de la izquierda de volver al Palau

Joan Ribó, Àgueda Micó (Més), Alberto Ibáñez (Iniciativa) y Natxo Serra (Verds), el lunes en la ejecutiva de Compromís.

Joan Ribó, Àgueda Micó (Més), Alberto Ibáñez (Iniciativa) y Natxo Serra (Verds), el lunes en la ejecutiva de Compromís. / Miguel Angel Montesinos

Alfons Garcia

Alfons Garcia

Compromís obtuvo 452.654 votos en 2015, un resultado fundamental para el cambio en la Generalitat ese año. Cuatro años después se mantuvo (439.459 votos) y la izquierda renovó en el Palau. El pasado mes de mayo, la coalición bajó a 349.142 papeletas y hubo cambio a favor de PP y Vox. Una evolución pareja se dio en València, la joya de la corona, donde Compromís ha ocupado la alcaldía entre 2015 y 2023 en la persona de Joan Ribó. El veterano político (76 años), procedente del PCE y ajeno a las dos grandes familias de la coalición (Bloc, ahora Més, e Iniciativa del Poble Valencià), dice ahora adiós al puesto de portavoz municipal. No es una sorpresa. Entraba en los cálculos su paso al lado antes de que finalizara la legislatura. Sí lo es el momento elegido. Y la manera de ejecutarlo, comunicado antes a la sociedad que a la dirección, lo que evita filtraciones ajenas y la posibilidad de presiones disuasorias. 

La decisión se produce justo en un momento de turbulencias en Iniciativa, el partido de Mónica Oltra, la referente de la formación durante su etapa de crecimiento y poder institucional. Los movimientos internos reflejan un momento de cambio. De zozobra. También de búsqueda de adaptación del proyecto para frenar la sangría y remontar. 

Todo ello en un contexto de debilidad y dudas de Podemos (el partido con el que se ha disputado el mercado electoral en los últimos ocho años), que no ha servido sin embargo para engordar la cosecha de votos de la coalición valencianista. Y todo ello mientras el proyecto de Sumar se perfila, aún con muchas líneas por terminar de dibujar.

Lo que pase con Compromís es clave en la izquierda. El estado de salud de Compromís es determinante para los resultados electorales en la C. Valenciana, al menos mientras la estructura de voto fragmentado que salió de la crisis financiera sobreviva. Se ha demostrado en 2015 y 2019: la izquierda ha sido capaz de gobernar solo con la coalición fuerte en las urnas

Y Joan Ribó ha sido uno de sus líderes más influyentes. Su papel fue decisivo para que Mónica Oltra optara por dar un paso al lado tras la investigación a su conselleria por la gestión del caso de abusos por parte de su exmarido a una menor tutelada. 

La coalición ha pivotado en su periodo de poder y gloria sobre tres referentes: Oltra en el Consell, Ribó en València y Joan Baldoví en el Congreso de los Diputados. Los dos primeros están hoy fuera de la primera línea, Baldoví ha saltado a la política autonómica sin un resultado boyante. La pregunta en este momento es si Compromís será capaz de sostenerse sin su cartel conocido o si necesita este proceso de renovación de rostros (e ideas) para resistir.

Ribó, Oltra y Baldoví, en junio de 2022.

Ribó, Oltra y Baldoví, en junio de 2022. / Jorge Gil

Oltra, Ribó y Baldoví

La geografía de mando en la coalición sugiere otra reflexión. Oltra, Ribó y Baldoví configuraban un equilibrio también entre fuerzas internas: la exvicepresidenta, de Iniciativa; el exalcalde, del sector independiente, y el diputado en Madrid, de Més (Bloc). Los principales representantes actuales en estos tres grandes ámbitos de poder son Baldoví (en Corts), Papi Robles (en el Ayuntamiento de València) y Àgueda Micó (en el Congreso). Los tres son de Més

La otra pregunta hoy es si este desplazamiento de poder afectará a la estabilidad interna de Compromís. Los movimientos de las últimas semanas pueden acelerar también el proceso hacia una mayor unificación, en la forma de federación de partidos y no como coalición. Las bajas en Iniciativa han sido acompañadas con críticas a las peleas por sillones y demandando un proyecto único (o al menos más cohesionado). Todos estos pasos coinciden además en un modus operandi: saltan a la opinión pública antes de discutirse en los órganos internos. 

València, eje de los cambios

También es relevante que el eje de estas alteraciones de la tranquilidad orgánica se produce en València. La capital es llave del éxito o fracaso de la coalición. Se acercó a los 100.000 votos en las autonómicas de 2015 y 2019. Cayó a menos de 67.000 en mayo pasado. Ribó ha querido proteger a Robles y evitar guerrillas: le cede el protagonismo en la ciudad y él se queda (de momento) cerca, de concejal, a modo de escudo. La capacidad de respuesta de Iniciativa ahora es reducida, con Sergi Campillo (vicealcalde con Ribó) fuera del partido desde hace unos días y otras bajas. ¿Casualidad?

El tiempo dirá dónde acaba Compromís tras este periodo de turbulencias. De momento, continúa en la montaña rusa. Y los partidos de la derecha, más tranquilos ante el futuro.

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