Migraciones

Los refugiados de guerras olvidadas: ucranianos y sirios copan el sistema de acogida valenciano

Aunque el foco mediático está puesto en Canarias y Gaza, el sistema de acogida está lleno de ucranianos y sirios, que siguen llegando huyendo de sus respectivas guerras

Solo uno de cada diez migrantes que acoge el sistema son senegaleses llegados desde Canarias

Dos mujeres y una niña ucranianas acogidas en un albergue de Valencia, en una fotografía de archivo.

Dos mujeres y una niña ucranianas acogidas en un albergue de Valencia, en una fotografía de archivo. / Daniel Tortajada

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

No tienen los focos ni las cámaras, pero siguen huyendo de las guerras para que no les maten. Aunque la actualidad estas semanas se centra en Canarias por la llegada de senegaleses y en Gaza por la masacre de palestinos, el sistema de acogida valenciano refleja otra cosa. Aunque los ojos del mundo dejen de mirar, las guerras no paran.

La C.Valenciana da cobijo a 3.123 personas en su sistema de acogida. De esas, 2.064 son refugiados ucranianos, la mayor nacionalidad con mucha diferencia. Los ucranianos no gozan de protección internacional (asilo), sino de lo que se llama "protección temporal", el mecanismo que activó la Unión Europea al estallido de la guerra para acoger a todas las personas migradas que huían del conflicto. Por otro lado, es cierto que la cifra de senegaleses se ha elevado mucho tras las 300 personas derivadas desde Canarias por el Ministerio de Seguridad Social y Migraciones, pero pese a eso, no son ni el 10 % de las personas acogidas.

Sirios y afganos siguen sufriendo y escapando de la guerra aunque las televisiones ya no envíen reporteros a la zona. En concreto, Siria es la tercera nacionalidad por número de acogidos con 222 personas, y hay 107 personas de Afganistán refugiadas en centros valencianos. Mali, otro conflicto del que se habla poco, ha traído hasta la Comunitat a 117 personas.

Destacan también los refugiados de guerras no declaradas, como Colombia, con 213 personas acogidas. El conflicto entre guerrillas y paramilitares, sobre todo en el interior del país provoca que este estado sudamericano tenga cifras de asesinados similares a las de países en conflicto. Venezuela con la peor crisis económica de su continente, amenazas a disidentes políticos, e inseguridad, tiene 130 refugiados en la Comunitat Valenciana.

De las 3.123 personas refugiadas, 1.009 son niños y niñas. Por ponerlos en contexto, las personas trasladadas son refugiados, es decir, que tras realizar varias entrevistas se ha determinado que su vida corre serio peligro si vuelven a su país, con lo cual España tiene la obligación legal de darles asilo. El refugio (esta amenaza para la vida) puede deberse a temas religiosos, políticos, de etnia, orientación sexual o incluso violencia machista. No son solo personas que buscan una vida mejor, son migrantes que huyen de la muerte.

¿Qué está pasando en Senegal?

ás allá de los 300 jóvenes senegaleses derivados a la C.Valenciana, las Islas Canarias han vivido una crisis migratoria sin precedentes con 28.000 personas llegadas

Según explica Papa Balla, migrólogo senegalés y presidente de la Unión Africana de España, los jóvenes senegaleses han crecido sin tener oportunidades de futuro. "En Senegal hay una población joven enorme, y muchos de ellos son graduados universitarios, pero la enorme mayoría está en paro, no hay manera de encontrar trabajo. Además, 4 de cada 5 familias solo pueden comer una vez al día. Imagina, estudiar una carrera para acabar comiendo solo un plato de comida al día", cuenta Balla.

Gandia. VLC SFR Migrantes de Canarias alojados en hoteles de la playa de Gandia

Gandia. VLC SFR Migrantes de Canarias alojados en hoteles de la playa de Gandia / Perales Iborra

Y con la falta de trabajo, y de dinero, llega la inseguridad. "Los robos y la inseguridad son cada vez mayores sobre todo en Dakar. Hay que pensar que la juventud no tiene nada, solo problemas por todos lados. A eso hay que sumar que ven cómo su amigo de la infancia que tuvo la fortuna de poder estudiar en Europa vuelve y se construye una casa, tiene coche y otras comodidades", remarca.

Senegal era un país pesquero, donde gran parte de los ingresos de la población venían de esta actividad, pero los grandes cargueros de las potencias europeas se repartieron su mar y expulsaron a los pescadores autóctonos, dejándolos sin nada. Ese es un motivo de los problemas del país, que solía ser de los más estables y ricos de África aunque ahora está cambiando.

Pero la clave está en el cambio político. Ousmane Sonko, principal político opositor del país y favorito para las elecciones es una persona incómoda para Europa. "Sonko no tiene buenas relaciones con Francia, de hecho quiere traer una política de 'decolonización del país'. Por ejemplo, todavía existen muchos acuerdos económicos que dicen que el principal comprador para Senegal, aunque no le salga tanto a cuenta, debe ser Francia. Las asignaturas de las universidades también están diseñadas por Francia. Sonko quiere cambiar todo eso", cuenta Balla.

Y hay que añadir quizá lo más importante. "Recientemente, el país descubrió que tenía reservas de gas y petróleo muy importantes. Sonko ya ha anunciado que si gana esas reservas las gestionará el estado para generar riqueza. A Francia, entonces, no le conviene que gane Sonko, sino el actual candidato Macky Sall, que será más laxo para permitir a las empresas francesas explotar esas reservas, como sucede por ejemplo con las reservas de Uranio de Níger, explotadas por países europeos. Todo esto ha desatado importantes protestas sociales", explica el migrólogo.

Gandia. VLC SFR Migrantes de Canarias alojados en hoteles de la playa de Gandia

Gandia. VLC SFR Migrantes de Canarias alojados en hoteles de la playa de Gandia / Perales Iborra

Al final, explica Balla, se trata de entender que los jóvenes senegaleses son empujados por la pobreza al mar. "La juventud del país sabe que parte de la riqueza de Francia y de Europa es gracias a esquilmar los recursos de Senegal, y ellos también quieren vivir cómodamente. Tienen un sentimiento de que la prosperidad europea, en parte, les pertenece y tienen derecho a disfrutarla", reivindica. Al subir al cayuco, el lema de muchos jóvenes senegaleses es "Barça o Barxac". O llegan a Barcelona (Barça) o mueren por el camino (barxac, el más allá).

Presión de la acogida

Los 300 senegaleses recién llegados desde Canarias han pasado unos días en un hotel de forma provisional hasta que se les asignara plaza en el sistema de acogida. En total, estas personas a penas representan un 4 % de las 6.620 personas que viven aquí y forman la comunidad senegalesa valenciana, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La autonomía que más personas refugia en su sistema es Andalucía, con 9.874, seguida de Canarias (6.363), Cataluña (6.023) y Madrid (3.935). Pero estas cifras dependen de cómo uno las mire, porque hay que tener en cuenta la población de cada territorio. Si metemos ese dato en la coctelera nos dan resultados muy distintos.

Ceuta es la autonomía con más presión en su sistema, porque tiene 462 personas acogidas por cada 100.000 habitantes. Le sigue Canarias con 292 y Melilla con 269. La Comunitat Valenciana está a mucha distancia, con solo 61 personas, y tiene uno de los sistemas más holgados de España en ese sentido.

El sistema de acogida para refugiados tampoco es eterno. Las familias o personas acogidas pueden permanecer en un centro un máximo de 6 meses hasta que se les proporciona un poco de dinero para encontrar una vivienda y, poco a poco, ir haciendo su vida y tramitar su documentación, actualmente atascada por un mercado negro donde las mafias se aprovechan de la escasez de citas y las revenden a precios astronómicos a pesar de que son gratis.

El ministro de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, remarcó recientemente en una reunión con los responsables de las comunidades autónomas que el sistema está más que preparado para gestionar el repunte de llegadas, que queda infinitamente lejos que el vivido con la acogida de los refugiados ucranianos o la caída de Kabul en Afganistán en 2021.