Clima y caída del imperio

El Coliseo o Anfiteatro Flavio (en latín Colosseum, en italiano Colosseo).

El Coliseo o Anfiteatro Flavio (en latín Colosseum, en italiano Colosseo).

Jorge Olcina

Leo estos días un libro encantador que me recomendó mi buen amigo Jaime Molina, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Alicante. Se trata del ensayo de Kyle Harper titulado El fatal destino de Roma. En él se explica la evolución de la civilización romana en la Edad Antigua y, en especial, las causas de la caída del imperio. El enfoque es innovador. Junto a las causas políticas y militares que tradicionalmente se ha presentado como fundamentales para entender el fin de Roma, Harper señala que hay otros factores ambientales que ayudan también a explicar ese final. Un final que no fue súbito, sino que se fue fraguando durante décadas, centurias, y donde lo ambiental actuó como escenario poco propicio, al menos desde mediados del siglo II de nuestra era. Del óptimo climático romano, que Harper califica como la etapa más feliz, se pasó al período de transición con manifestaciones atmosféricas y climáticas desfavorables, que culminaría con el desarrollo de la pequeña Edad del Hielo romana, entre el 450 y 700 d.C, que estuvo plagado de adversidades climáticas, efectos de erupciones volcánicas sobre la atmósfera y difusión de enfermedades pandémicas que socavaron el funcionamiento socioeconómico en el tramo final del imperio, primero en occidente y luego en oriente. En palabras de Harper, el final de imperio romano «fue el triunfo de la naturaleza sobre las ambiciones humanas». Van siendo abundantes los trabajos sobre climatología historia, o mejor, sobre la influencia del clima en el funcionamiento de las sociedades en cada momento histórico. La mejora de herramientas de tratamiento de datos y la aparición de nuevas fuentes de trabajo, está permitiendo ampliar la explicación del devenir histórico de los pueblos y sociedades desde la prehistoria a la actualidad. Y en esta explicación el factor ambiental, la evolución cambiante de nuestro clima terrestre parece jugar un papel destacado. Les recomiendo la lectura de esta obra de Kyle Harper, pero también los trabajos del prof. Armando Alberola, catedrático de Historia Moderna también en la Universidad de Alicante, que seguramente es en la actualidad el mayor especialista español en los estudios de la influencia del clima en el devenir de las sociedades. La política, la economía explican muchos aspectos del auge y caída de las civilizaciones a lo largo de la historia; pero la evolución del clima, los cambios en el medio natural y las enfermedades infecciosas, también.