Carlota Escutia: "Cuanto antes y más actuemos contra el calentamiento mejor viviremos"

Felipe VI entrega hoy en la Llotja los premios Jaume I a los seis referentes de la ciencia y el emprendimiento que el pasado junio eligió un jurado con una veintena de Nobel. Los galardones reconocen este año los avances en catálisis de la química del oro, el valor del análisis de los datos microeconómicos, el estudio de las redes neuronales, la investigación de los efectos del calentamiento global en la Antártida, la creación de nanomateriales químicos y la tenacidad de un emprendedor por levantar de nuevo su empresa tras un fuego.

Entrevista Carlota Escutia

Germán Caballero

Rafel Montaner

Rafel Montaner

El premio Jaume I de Protección del Medio Ambiente, la doctora en Ciencias del Mar, geóloga y paleoclimatóloga del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT) de Granada, Carlota Escutia (Monzón, Huesca, 1959), suma ya 6 expediciones científicas a la Antártida en los últimos 25 años y ya prepara una séptima para enero. Sus estudios de los sedimentos del subsuelo marino del continente helado le han permitido reconstruir el clima previo a la aparición de los casquetes polares hace 34 millones de años, cuando la Tierra era tan cálida que las palmeras y los baobabs propios de climas tropicales crecían en la Antártida.

¿Peligra la estabilidad de los 4.000 metros de espesor del manto de hielo de la Antártida?

El calentamiento global está amenazando la estabilidad de los hielos antárticos. Ya lo apuntaban los estudios que hacemos de los climas en el pasado. Y ahora, ya con datos satelitales, vemos que hay zonas de la Antártida que están perdiendo masa helada. Esto significa que los modelos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) que se usan para hacer las proyecciones a futuro puede que no estén estimando con precisión la magnitud del cambio del nivel del mar que habrá si no frenamos el calentamiento. La Antártida es un elemento fundamental en el sistema climático de la tierra, por lo que si se derrite el hielo que está apoyado en continente no solo aumentará el nivel del mar sino que cambiará el albedo terrestre y se calentará más el planeta. También variará la circulación oceánica global, pues la Antártida es la sala de máquinas de las corrientes de todos los océanos.

El premio Jaume I de Protección del Medio Ambiente, la doctora en Ciencias del Mar

El premio Jaume I de Protección del Medio Ambiente, la doctora en Ciencias del Mar / Germán Caballero

¿Qué nos enseñan de cara al futuro sus estudios del clima del pasado de la Antártida?

Que si no hacemos nada por mitigar el calentamiento global los niveles de CO2 en la atmósfera serán similares a los que teníamos en épocas pasadas muy cálidas cuando no existían los casquetes de hielo ni en la Antártida ni en el Ártico.

Entonces, urge actuar ya ¿no?

Cuanto antes actuemos y más actuemos vamos a vivir mucho mejor. Todo lo que nos decían las proyecciones que iba a pasar está pasando y está pasando incluso antes de lo que pensábamos: ya estamos teniendo incendios de quinta generación, precipitaciones que caen en tromba y provocan inundaciones, temporales marítimos que dejan las costas hechas polvo. Tampoco son nada agradables los veranos a 43 ºC. De hecho hace poco vi una estadística que revela que a nivel mundial han muerto más personas por el calor de este verano que por el COVID. El Acuerdo de París de 2015 abogaba por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de no incrementar este siglo el calentamiento global en más de 2°C y recomendaba no pasar de 1,5 ºC, y los registros geológicos de la Antártida nos revelan que si no hacemos nada podemos superar esos umbrales. Está en nuestras manos revertir esta situación porque todos los daños económicos y en nuestra salud que ya estamos sufriendo lo único que van a hacer es empeorar.

¿Cuál es su mensaje para los negacionistas climáticos?

Las evidencias científicas de las consecuencias del calentamiento global son tantas que nunca en la historia de la humanidad, nunca, se ha sabido tanto de lo que va a pasar en el futuro. Por tanto, es fundamental que todos tomemos conciencia de que vamos a sufrir si no ponemos un poco de freno a nuestro estilo de vida y somos más sostenibles reduciendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.