La mitad de los mensajes de odio en redes hacia el colectivo LGBTI se dirigen a mujeres trans

Burlas, insultos, agresiones, noticias falsas. "Delirio trans", "Yo me identifico como helicóptero de combate", "adoctrinamiento", "lobby". Es la realidad que tienen que soportar las mujeres trans por el simple hecho de existir en redes sociales. Ellas reciben la mitad de los mensajes de odio hacia el colectivo.

Son las principales conclusiones del último informe "¡Al loro!" de la asociación Lambda, que analiza los mensajes de odio en redes sociales hacia personas del colectivo lgtbi. El trabajo destaca que los discursos de odio han crecido un 6,5 % respecto al año pasado.

La principal víctima son mujeres trans, pero los atacantes tienen dos perfiles distintos. El primero: hombres de entre 30 y 45 años de extrema derecha. El segundo: mujeres de 45 a 60 años del llamado feminismo trans excluyente (que defiende que las mujeres trans no son mujeres). También destacan los mensajes de odio por parte de menores de edad de 12 a 17 años.

Lambda denuncia que "sigue la línea ascendente de agresiones a mujeres trans que ya detectó el informe el año pasado tras la aprobación de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de las personas LGTBI (más conocida como Ley trans)".

La revolución de los no binarios: "Venimos a romper la idea de los dos géneros"

Por otro lado, han aumentado las discriminaciones hacia personas no binarias, un colectivo precisamente excluido por la ley trans que se ha vuelto más visible este año tras protagonizar muchas protestas para ser reconocidos legalmente.

En porcentaje, la mitad de los mensajes de odio (49 %) van dirigidos a personas trans, y casi siempre a mujeres trans. El 23 % van dirigidos al colectivo Lgtbi en general, un 12 % a las personas que usan lenguaje inclusivo y un 7 % a las personas con VIH, lo que, en opinión de Lambda, demuestra que "la serofobia (odio a las personas con VIH) no está erradicada, sino que está cogiendo fuerza en redes sociales". El resto de mensajes de odio van dirigidos a bisexuales, intersexuales, pansexuales o lesbianas.

Las redes con más mensajes

Este año se han analizado unos 1.300 mensajes de odio. La mayoría de ellos se han encontrado en Instagram, seguido de cerca por Tik Tok, después en Facebook, en X (antes Twitter) y por último en Youtube, que se comenzó a monitorear a raíz de una polémica sobre un juego que contiene lenguaje inclusivo.

El tipo de agresión más común en redes son las burlas (40 %) seguidas de los insultos (26 %). Los bulos y noticias falsas son también muy comunes en el discurso de odio y tienen la finalidad de "deshumanizar a la víctima", según Lambda. La invisibilización, es decir, invalidar o menospreciar las vivencias de las personas LGTBI se ha dado en un 11 % de casos analizados, y las amenazas suponen un 4 % de los mensajes estudiados.

La lgtbifobia no se muestra de manera directa, según explica Lambda, sino que se utilizan unos términos concretos. "Hemos hecho un aprendizaje sobre los términos que utiliza la LGTBIfobia", explica Cristina Salvans, técnica responsable del informe.

Odio compartido

La entidad denuncia la utilización de los mismos términos por parte de la extrema derecha y del feminismo trans excluyente como "adoctrinamiento", "patriarcado" y "lobby". En concreto, el 19 % de los términos se comparten entre estas dos ideologías.

Otra muestra de odio muy habitual es las referencias a diferencias entre sexos biológicos. Casi uno de cada diez mensajes achaca a personas del colectivo LGTBI algún tipo de enfermedad mental o patología.

La mayoría de las agresiones se concentraron en fechas señaladas para el colectivo LGTBI y cuando tienen más visibilidad en los medios de comunicación. Junio, cuando se celebra el Orgullo, octubre, coincidiendo con el día de la despatologización trans, y marzo, cuando el Congreso aprobó la ley trans, acaparan la mayoría de los mensajes de odio.

Un año más, el colectivo LGTBI relaciona el aumento de la violencia en redes sociales con el momento político "que alienta este tipo de mensajes discriminatorios desde las instituciones, lo que se traduce en ataques de particulares que se sienten legitimados para atacar a personas LGTBI", señala la responsable del programa Al loro!

Lambda recuerda que estas situaciones de acoso y odio por redes se deben denunciar socialmente, e incluso a la policía en determinados casos. "Nadie tiene por qué aguantar bromas ni insultos, ni ningún tipo de agresión por su identidad, orientación o estado serológico", concluye la técnica de Lambda.