La línea histórica de Utiel a Cuenca cumple tres años sin servicio de trenes

La veterana línea ferroviaria València-Cuenca-Madrid cumple ahora tres años desde que la borrasca Filomena (que tiñó de blanco la península ibérica del 6 al 11 de enero de 2020) silenció su recorrido desde Utiel a Cuenca. El último tren Utiel-Cuenca circuló el 8 de enero de 2021. Fue el primer golpe a este maltratado ferrocarril que sufrió la segunda estocada el 19 de julio de 2021, cuando se realizó el último trayecto entre Cuenca y Aranjuez. Y al que el Ministerio de Transportes dio el toque de gracia al aprobar el cierre definitivo en febrero de 2023.

«La línea Aranjuez-Utiel no puede dar respuesta satisfactoria a las necesidades de movilidad de los ciudadanos», concluyó el Ministerio de Transportes, cuando estaba dirigido por Raquel Sánchez, para justificar el cierre de la línea. El Gobierno central llegó a presentar en Cuenca el proyecto para desmantelar completamente la línea para convertir en vía verde el tramo Cuenca-Utiel y Cuenca-Tarancón, reurbanizar los terrenos que abandonaría el tren en la ciudad conquense y la promesa de dar servicio en autobús a demanda a los pequeños municipios que quedan sin servicio de tren.

Una propuesta que frenó en seco el Tribunal Supremo al admitir a trámite el recurso contencioso-administrativo presentado por los ayuntamientos de Aranjuez, Arguisuelas, Camporrobles, Cañada del Hoyo, Carboneras, Castillejo del Romeral, Huete, Santa Cruz de la Zarza, Víllora y Yémeda, diez de los veintitrés municipios que se han quedado sin servicio ferroviario, aunque fuera precario. Dos de ellos son valencianos: Camporrobles y Las Cuevas, una aldea de Utiel. 

Los diez municipios han logrado que la sección tercera de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo adoptara el 26 de junio de 2023 la suspensión cautelar del acuerdo del Consejo de Ministros del 21 de febrero de 2023 que clausuró el tramo ferroviario Utiel-Aranjuez de la línea 03-310 Aranjuez-València-Font de Sant Lluís. Una medida que recurrieron la Abogacía del Estado, el Ayuntamiento de Cuenca (fuera de plazo) y la Diputación de Cuenca que están a favor del desmantelamiento de la línea ferroviaria para ejecutar la actuación urbanística prevista.

Unas alegaciones que el Tribunal Supremo rechazó, según el auto dictado el pasado 30 de noviembre, al que ha tenido acceso Levante-EMV. El Alto Tribunal mantiene la suspensión cautelar del cierre de la línea ante los «posibles perjuicios irreparables o irreversibles derivados de la ejecución del acuerdo [del Consejo de Ministros] que decide la clausura del tramo ferroviario del reseñado tramo de la línea ferroviaria Aranjuez-València Font de Sant Lluís». 

Y señala que «es claro que la realización de las actuaciones que conlleva el acuerdo impugnado puede determinar la pérdida de la finalidad legítima del recurso pues, en el supuesto de que se dicte sentencia estimando las pretensiones de las corporaciones recurrentes, puede darse una situación de imposibilidad material de la reanudación del servicio ferroviario objeto del recurso» si se llegan a desmantelar de «todo o parte de la infraestructura necesaria para la prestación del servicio». 

Inversiones en una década

El Tribunal Supremo, además, requirió tanto al Ministerio de Hacienda como a las empresas públicas Adif y Renfe que aporten las inversiones realizadas en la línea, en el material rodante (los trenes) "desde el año 2012 hasta el último año presupuestado", además de informar sobre «los cambios que se hubieran producido (traslado de centro de trabajo, cierre de centros de trabajo, o cualquier otra modificación) en la relación laboral del personal que prestaba servicio en la línea ferroviaria 03- 310 Aranjuez –València Font de Sant Lluís».

Durante todo este tiempo de cerrojazo ferroviario, los vecinos de Camporrobles (1.198 habitantes censados en 2020) se concentra el día 7 de cada mes desde marzo de 2021 para exigir la reapertura de la línea. Mañana domingo vuelven a concentrarse en la estación de Camporrobles, a partir de las 17.30, con velas, para recordar los «tres años sin tren» por lo que guardarán tres minutos de silencio. «No olvidemos que en los pueblos con despoblación no podemos perder servicios públicos. Tenemos vías. Queremos Cercanías y queremos el tren», recuerda Juan Ramón Ferrandis, secretario general del sindicato CGT-PV. 

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