Educación

Los inspectores de educación alertan de que la violencia en el aula va en aumento

Uno de cada cuatro docentes ha sido agredido o amenazado alguna vez por uno de sus alumnos, según estadísticas del sindicato Anpe

El sindicato de inspectores critica el decreto de convivencia por laxo y "buenista"

Fachada del IES de Alberic donde un alumno apuñaló a otro con un cuchillo de cocina.

Fachada del IES de Alberic donde un alumno apuñaló a otro con un cuchillo de cocina. / JM López

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Un alumno de un IES de Alberic apuñaló a otro con un cuchillo de cocina en la puerta del centro este martes. La tarde anterior un estudiante escupió y mandó al hospital a su profesor de un puñetazo en la cara, al fracturarle las gafas e incrustarle cristales en los ojos. Son dos casos extremos e inusuales sucedidos en un mismo día, pero la realidad es que la violencia en las aulas lleva años creciendo, según alertan los inspectores de educación valencianos que actúan en estos casos. Crece especialmente la problemática entre alumnos.

Miguel Bregel, presidente del sindicato USIE (mayoritario entre los inspectores), cuenta que la conflictividad, las faltas de respeto y las amenazas son cada vez más comunes en los centros educativos valencianos. La novedad es que ya no lo son solo en zonas con barrios conflictivos, sino también en otros lugares más tranquilos donde no solía haber problemas. Alberic y Villalonga son dos buenos ejemplos.

Según los datos del Defensor del Profesor del sindicato Anpe, uno de cada cuatro docentes ha sido agredido o ha recibido amenazas por alguno de sus alumnos. Se trata de un dato que no ha parado de subir en los informes del Defensor (un número de teléfono al que los docentes pueden llamar en busca de asesoramiento), ya que en 2018 eran un 13 % y el curso pasado son un 27 %. Si añadimos las faltas de respeto a la ecuación, prácticamente la mitad de los docentes han sufrido alguno de estos casos en el aula.

Concentración en el patio del IES Vall de la Safor de Villalonga.

Concentración en el patio del IES Vall de la Safor de Villalonga. / Levante-EMV

El 94 % sufre de ansiedad

Para el Anpe, las consecuencias de esta situación son unos niveles de ansiedad entre los docentes disparados. El número de docentes atendidos que presenta esta patología mental es del 94 %, mientras que el 6 % sufría depresión. Esta situación "supone un agravamiento de las consecuencias a nivel mental, ya que se han reducido a la mínima expresión los casos de decaimiento o preocupación previos a llegar a los niveles de ansiedad o la depresión".

Para el sindicato también es reseñable durante el último curso los casos en los que los docentes se ven sumidos en "falsas acusaciones" por parte del alumnado o de sus padres. Esto deriva que más de la mitad de los docentes haya tenido casos de enfrentamiento con las familias, y problemas con la aplicación del decreto de convivencia, que regula, precisamente, las actuaciones que alteran la convivencia en los centros.

Para solucionar esto, Anpe lleva años reivindicando la implementación de una Ley de Autoridad del Profesorado que incorpore "mecanismos de prevención y abordar situaciones conflictivas", dentro del aula.

El decreto de convivencia

Para USIE, parte del problema para que crezcan estas agresiones es culpa del decreto de convivencia aprobado por el Botànic, que consideran que es demasiado laxo y "buenista" en según qué situaciones. El decreto es muy garantista para el alumnado agresor, y prevé mediaciones con la víctima en la mayor parte de los conflicto.

Para Bregel, los centros deberían contar con mayor poder para aplicar medidas disciplinarias en casos graves, y piden una normativa más dura. "Recomendamos a los profesores que denuncien siempre este tipo de agresiones para que la inspección pueda darles asistencia jurídica", explica el portavoz de USIE.

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