Mucha borrasca pero las lluvias no mejoran al Sahara en muchas zonas mediterráneas

Lluvias a la Comunitat Valenciana con la borrasca Juan.

Lluvias a la Comunitat Valenciana con la borrasca Juan.

Juanjo Villena

Si alguien espera un poco de cordura en el tiempo de los próximos días que desista. Se avecinan días de vaivenes en la meteorología, que además serán bastante bruscos. Tendremos ratos de grandes claros y otros borrascosos en los que las precipitaciones y el viento serán noticia en España. La novedad reside en la ubicación de las borrascas, casi todas muy próximas a la península.

Según las últimas actualizaciones del modelo europeo -hoy en día se considera el más fiable-, los centros de bajas presiones bajarán de latitud sobre el Atlántico, avanzando a la vez de oeste a este y enfilando, así, hacia la península ibérica. Sus mapas anticipan una primera mitad de marzo con un claro patrón de bloqueo escandinavo. Hasta el día 10 tiene muy pocas dudas, las altas presiones predominarán en el norte del continente europeo y cortarán el pasillo habitual de las borrascas, así estas últimas se verán obligadas a descender a zonas más meridionales. A nuestro entorno.

En la jornada del jueves irrumpirá una nueva línea de precipitaciones asociada a una borrasca cuya trayectoria aún aguarda incertidumbre, aunque todo apunta a que acabará sobre Galicia. Entre una y otra la lluvia se extenderá por gran parte del país; también la nieve, pero de momento en cotas altas. De cumplirse el escenario que hoy se ve en la versión de alta resolución del modelo, podrían caer más de 20 litros por metro cuadrado en zonas del noreste peninsular. Esto incluye el norte de la provincia de Valencia y Castellón. Toda una revolución que se consumaría el viernes.

Con la inseguridad que trae el medio plazo, y más en estas fechas -y con este tipo de episodios-, parece que durante el próximo fin de semana la inestabilidad repuntará con aire aún más frío que podría traer la nieve a cotas medias. La parte negativa es que el viento será del oeste y noroeste, con lo que gran parte de las comunidades mediterráneas se quedarán con las migajas.

En estas regiones ya nos hemos acostumbrado a digerir esas malas noticias, ya ni siquiera nos producen un poco de dispepsia. Desde el 20 de septiembre no llueve de forma decente en muchas comarcas de la Comunidad Valenciana. Mi estación meteorológica ubicada en Náquera apenas ha sumado 17,7 litros por metro cuadrado (l/m2) desde entonces. Estamos hablando de prácticamente medio año. Esto es una desfachatez, se trata de una pluviometría digna del desierto del Sahara.

Según la AEMET, en la Comunidad Valenciana nunca se había registrado un arranque de año hidrológico tan seco (de octubre a febrero), y esto en una serie que arranca en 1950. En el total del territorio han caído 46,3 l/m2 de los 238 que se debería tener en el zurrón.