Horizonte más despejado para Morant

Jueves 22 de febrero. El día antes había saltado el caso Koldo. José Luis Ábalos entra en el hemiciclo del Congreso de los Diputados. A su lado va, como en otras ocasiones, Alejandro Soler. No es raro. Ambos son veteranos en la casa y ambos son ‘sanchistas’ de primera hora, con pedigrí. La relación se ha estrechado en los últimos meses. Cualquiera que ha estado ahora cerca del proceso de renovación del liderazgo del PSPV lo ha visto. Soler ha sido actor principal y en las escenas importantes siempre se ha acompañado de destacados miembros de la corriente de Ábalos. Incluido el mismo exministro: en la convención socialista de A Coruña mostraron complicidad y en la cena de la delegación valenciana se situaron codo con codo y en constante diálogo. En el desenlace final, desarrollado en Ferraz, Ábalos no estuvo en persona, pero los otros participantes lo sitúan como consejero importante de Soler.

El exsecretario de Organización socialista está hoy en el grupo mixto después de no aceptar la petición de la ejecutiva del PSOE de abandonar su escaño. Soler ha optado por un perfil bajo en las últimas semanas. El sector de Ábalos era su principal aliado interno más allá de Alicante. Soler es hoy menos fuerte orgánicamente, sin uno de los referentes históricos.

Quien se beneficia de rebote de la situación es la nueva líder del PSPV, Diana Morant. Su horizonte es más claro. No solo por el pacto sellado (con la tutela de Ferraz) con los dos líderes provinciales que se habían postulado para el cargo, el alicantino Soler y Carlos Fernández Bielsa, sino por el debilitamiento de las posiciones del exalcalde de Elx.

La concurrida vía Ábalos: los otros valencianos en el grupo mixto

Además, los mensajes internos que lanza el secretario provincial de Valencia son de pacificación. Al fin tuvo lugar el acto conjunto en Valencia de Morant y Bielsa (como el que realizó con Soler en Alicante). Fue en Silla el viernes y la intervención del alcalde de Mislata fue de llamada firme a la unidad. De dejar batallas sumergidas y situarse con lealtad al lado de la ministra de Ciencia para intentar recuperar la presidencia de la Generalitat en 2027.

De momento, el horizonte de Morant pinta más despejado de lo que se podía prever tras el acuerdo alcanzado bajo la presión de Ferraz. Habrá que ver si se sostiene una vez que la ministra empiece a tomar decisiones sobre la nueva ejecutiva y su equipo de confianza. Un reto para ella será evitar que el grupo de Ábalos no se convierta en factor de desestabilización.

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