La concurrida vía Ábalos: los otros valencianos en el grupo mixto

El exconseller Blasco, Rita Barberá o González Lizondo también se vieron empujados por sus partidos al limbo parlamentario

Las batallas internas provocaron el pase al grupo de no adscritos de la exlíder de Esquerra Unida o diputados de Ciudadanos

Rafael Blasco, en su estreno como no adscrito en 2013

Rafael Blasco, en su estreno como no adscrito en 2013 / Kai Försterling/Efe

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

La del grupo mixto es una historia escrita en griego clásico. Las actas no redactadas de esos escaños ofrecen un reguero de traiciones, confianzas defraudadas, traumas en el seno de los partidos, ocasos políticos y, por desgracia, el final trágico y prematuro de algunos de los políticos más trascendentales de la democracia valenciana, como Rita Barberá o Vicente González Lizondo.

El camino de resistir y marcharse al grupo mixto que ha tomado el exministro, exsecretario de Organización socialista y diputado del PSOE por Valencia, José Luis Ábalos, ni es extraordinario ni es el primer valenciano que lo recorre. La nómina de políticos valencianos que ha acabado en esa especie de limbo parlamentario es amplia y repleta de nombres ilustres.

Al grupo mixto -o de no adscritos en el caso de las Corts Valencianes- se llega por tres vías: la del destierro, la de la deserción o la de la incompatibilidad de caracteres. En el primer caso se enmarcan los casos más recordados.

El caso de Barberá

Como Ábalos, la exalcaldesa de València, Rita Barberá, fue invitada por su partido a marcharse. Tras ser investigada por el Supremo en 2016, su partido le dio no 48, como a Ábalos, sino solo 24 horas para renunciar a su acta de senadora. Incluso las Corts votó una reprobación, con el apoyo del PP, lo que abrió una herida histórica en el partido. (La presidenta del PP, Isabel Bonig, acabaría pidiendo perdón años después.) Barberá se dio de baja del partido y se mantuvo en el Senado. Trágicamente falleció en Madrid de un infarto dos meses después.

Rafael Blasco también fue desterrado a la última fila

Rafael Blasco también fue desterrado a la última fila de las Corts por las sospechas de corrupción. En 2013 pidió la baja del PP antes de ser expulsado después de que la propia Generalitat le pidiera 11 años de prisión por su implicación en el caso Cooperación. Metafóricamente, fue el regreso de Blasco a la clandestinidad, el espacio político en el que había comenzado 40 años antes como izquierdista antisistema y tras recorrer todo el espectro político.

Vicente González Lizndo, al grupo mixto en1996

Por otros motivos diferentes, otro histórico de la política valenciana, Vicente González Lizondo, también acabó en el grupo mixto. Fue a finales de 1996, expulsado por Unió Valenciana por discrepancias políticas. Curiosamente, Lizondo era el president de les Corts, en virtud del pacto con el PP de Zaplana. En su doble condición, bajó de su posición en la tribuna en dirección a su escaño del grupo mixto, donde iba a intervenir para defender su posición. Justo ahí, en el mixto, sufrió el infarto que acabaría prematuramente con su vida.

También fue traumática, pero en el seno de la izquierda, la bronca dentro de la coalición EU-Bloc que acabó con la destitución de Glòria Marcos como síndica del primer Compromís, en 2007, y que la llevó, junto a otros dos diputados de Esquerra Unida, al grupo mixto.

Riada de Ciudadanos

La hemeroteca constata también algún episodio en el PSPV, como el del exalcalde de Elda Roberto García Blanes, el primer alcalde de la democracia, que se pasó del grupo socialista al mixto en 1999 tras verse fuera de las listas del partido, un camino que también tomó José Garés.

Los casos más recientes se dieron en la pasada legislatura, con los trasvases de diputados de Ciudadanos (y también alguna de Vox) al grupo de los no adscritos, por los desacuerdos internos en un partido que se encontraba en plena descomposición.

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