La sanidad valenciana registra 1.192 agresiones al personal sanitario en 2023

Las agresiones a los facultativos se contabilizan desde el año 2010, cuando sólo se registraron 29 denuncias

El mayor número de agresiones se producen en la Atención Primaria y el personal administrativo y los celadores son los más afectados

Tres de cada cuatro personas agredidas son mujeres

Profesionales sanitarios se manifiestan en el centro de salud del Clot, en Paterna

Profesionales sanitarios se manifiestan en el centro de salud del Clot, en Paterna / Fernando Bustamante

Lluís Pérez

Lluís Pérez

La sanidad pública valenciana registró un total de 1.192 agresiones al personal sanitario solo en el año 2023. Así lo ha dado a conocer esta mañana el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, coincidiendo con la celebración del Día Europeo contra las agresiones médicas. Se trata de un problema con tendencia ascendente porque, en los últimos 14 años, el total de casos se ha multiplicado por 40. En el año 2010, el primero del que existen registros al respecto, se contabilizaron sólo 29 agresiones. Además, respecto al año 2022, el total se ha incrementado en un 22,25 % al pasar de 975 casos a los 1.192 actuales.

La mayoría de las agresiones son de carácter verbal; representan el 86,49 % del total (1.031), mientras que las 161 restantes, el 13,5 %, son físicas. Además, ellas sufren mucho más las agresiones que ellos, puesto que tres de cada cuatro personas agredidas son mujeres. A ellas se han dirigido el 76,51 % del total (912 casos), frente al 23,48 % de las agresiones dirigidas a hombres (280).

Perfiles agredidos

"En Atención Primaria es donde hemos detectado que se producen un mayor número de agresiones", ha explicado Gómez, a la vez que ha indicado que los perfiles profesionales más agredidos son el personal administrativo y los celadores "porque son los que están de cara al público". En el ámbito hospitalario, las agresiones son mayoritariamente hacia el personal de enfermería, seguidos de los celadores y el personal técnico de enfermería.

Las causas más frecuentes que provocan una agresión son el estado de embriaguez de los agresores, el consumo de drogas, los trastornos psicológicos, la impaciencia o el malestar con el sistema sanitario. "Las razones son muy variopintas -, ha señalado Gómez-, pero estos comportamientos son criticables e impresentables".

En este sentido, el conseller ha explicado que la estrategia de la conselleria de Sanidad sobre esta problemática se centra en tres apartados: la sensibilización ciudadana, el apoyo incondicional al personal sanitario y el rechazo a cualquier tipo de agresión.

Campaña de concienciación

La conselleria de Sanidad ha iniciado hoy una campaña de sensibilización bajo el título 'Agredirles es delito', que se centra en los agresores y no en el personal agredido. El objetivo es dar a conocer que agredir a un sanitario puede conllevar condenas que incluyen penas de cárcel y, además, explicar a la ciudadanía que se trata de un comportamiento "absolutamente rechazable", como ha defendido Gómez. Además, ha recordado que el código penal español incluye al personal sanitario dentro de las figuras que tienen el rango de "autoridad pública", por lo que "este tipo de agresiones están penadas como si la agresión se realizara contra un policía o un bombero".

Las agresiones al personal médico no son un problema exclusivo de la autonomía valenciana, sino que se está produciendo de manera homogénea en todo el territorio. De hecho, Andalucía tiene previsto aprobar en menos de un año una ley contra agresiones a profesionales sanitarios, que incluya sanciones económicas a los autores del delito. Preguntado al respecto, Marciano Gómez ha asegurado que el código penal "es suficientemente explícito", aunque la conselleria planteará cualquier tipo de marco normativo al respecto, "siempre que pudiera haber algún matiz con el que se pueda contribuir a disminuir cualquier tipo de agresión".

Asimismo, Sanidad está estudiando cuáles son los centros con mayor conflictividad para analizar si es necesario o no aumentar el personal de seguridad como medida preventiva para impedir un mayor número de agresiones.

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