La sanidad valenciana sigue sin acuerdo para la jornada de 35 horas

La conselleria pretende aplicarla en 2025

Lluís Pérez

Lluís Pérez

El personal de la sanidad pública valenciana trabaja 37,5 horas a la semana; anualmente, su jornada laboral ordinaria —sin contar las guardias— suma 1.589 horas. Es un caso anómalo en la sanidad nacional porque en la mayoría de comunidades autónomas la jornada es de 35 horas; en once de ellas está implantada completamente, mientras que en otras tres —Aragón, Murcia y Galicia— se ha iniciado una implantación progresiva que culminará en los próximos dos o tres años. La Comunitat Valenciana es una de las tres autonomías —tampoco lo han hecho Ceuta y Melilla— en las que no se ha iniciado el proceso, junto con Madrid y Cataluña; y, aunque estas dos últimas no lo contemplan en un futuro próximo, en la valenciana la meta sigue siendo enero de 2025, aunque, por el momento, no hay acuerdo.

Así lo trasladan desde la Conselleria de Sanidad en respuesta a las preguntas realizadas por Levante-EMV e insisten en que el asunto se está negociando en la Mesa Técnica, junto con los cambios del decreto de la jornada laboral. Había un acuerdo previo, alcanzado en marzo del pasado año con el anterior Consell, el del Botànic, para su implantación progresiva, aunque Sanidad lo revocó en noviembre tras un informe de la abogacía de la Generalitat Valenciana que lo tildaba de «nulo» y el conseller Marciano Gómez aseguró que plantearía un acuerdo «real» al respecto. Por el momento, no hay calendario y, además, la negociación está estancada por los cambios que la conselleria quiere introducir en la reforma de la jornada laboral, como la eliminación de la jornada de compensación al finalizar la guardia de 24 horas. Cinco de los seis sindicatos médicos critican el proceder de Gómez y alertan de la falta «de competitividad» de las condiciones laborales del personal sanitario valenciano frente al de otras autonomías.

Una implantación progresiva

Reducir la jornada laboral —anualmente pasaría a ser de 1.512 horas— conlleva, ineludiblemente, incrementar la plantilla de la sanidad pública. En su día, se estimó que serían necesarios entre 1.600 y 2.000 trabajadores adicionales para compensarlo, con el consecuente ascenso del presupuesto en el capítulo de personal de la Generalitat Valenciana, aunque los sindicatos defienden que ya estaba incluido en los presupuestos del presente ejercicio.

Para paliar este impacto, la solución en otras autonomías ha sido introducirla de forma progresiva; también era la propuesta incluida en el pacto anulado por Sanidad, que contemplaba hacerlo añadiendo días de libre disposición; una fórmula que no compartía al actual conseller. En Galicia, por ejemplo, el proceso comenzó en 2023 y se alargará durante tres ejercicios hasta culminar en 2026. En el primer año, se aplicó una reducción de 21 horas anuales; 29 un año más tarde y, por último, en 2025, otras 42.

La situación provoca discrepancias con el resto de autonomías porque en las que la jornada de 35 horas está plenamente implantada, el personal sanitario trabaja de media 2,5 horas menos que en la Comunitat Valenciana; al año, supone que cada miembro de la plantilla de la sanidad valenciana trabaja 130 horas más que en otras once comunidades autónomas, el equivalente al trabajo de casi cinco semanas.

Pérdida de competitividad

Una de ellas es la comunidad limítrofe de Castilla-La Mancha; el hospital de Almansa está a poco más de una hora de València o a 35 minutos del hospital de Xàtiva, por lo que cualquier médico valenciano residente en las comarcas de interior podría decantarse por irse a trabajar a la sanidad castellanomanchega y reducir su jornada laboral. No es solo que el personal sanitario valenciano pueda preferir trasladarse a otra autonomía, sino que profesionales de otras regiones descarten la Comunitat Valenciana como una opción preferente. ¿Quieren trabajar 35 horas semanales? Pueden elegir entre once comunidades antes: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja.

Esta diferencia podría agravar aún más la falta de especialistas —sobre todo médicos— persistente desde hace años en varios hospitales valencianos, especialmente en los comarcales. En la actualidad hay cerca de 700 plazas por cubrir en los diferentes departamentos de la sanidad valenciana. Al respecto, la conselleria de Sanidad ha decretado recientemente 75 de estas plazas como de difícil cobertura, con un incentivo económico de hasta 10.000 anuales y la posibilidad de consolidar la plaza en solo tres años.