Implicaciones culturales de la calima

Se registran en los últimos años inyecciones muy intensas de polvo sahariano que inundan los cielos de nuestro país, pero que alcanzan latitudes muy septentrionales (Islas Británicas, península Escandinava). Parece que sea un fenómeno nuevo, pero nuestro país ha sido siempre visitado por el aire sahariano. Es cierto que últimamente las llegadas son más frecuentes, se producen también en meses de invierno y transportan más cantidad de polvo en suspensión. En España estamos, pues, acostumbrados a jornadas de calima. Muy especialmente en el archipiélago canario, con circulaciones atmosféricas de tiempo sur. Lo más destacado de estas inyecciones de polvo sahariano son las lluvias de barro que dejan cubiertas las superficies donde se deposita el residuo sólido con su color rojizo. Recientemente una investigación llevada a cabo por una investigadora del Reino Unido ha dado una interpretación cultural a estos episodios que se tienen como presagio de sucesos nocivos, malignos, por el color opaco que adquieren los cielos. Los episodios de polvo sahariano pueden entenderse también como el reconocimiento de la importancia de la dinámica atmosférica africana en el ámbito europeo, frente al enfoque tradicional de explicación del tiempo y clima en latitudes medias de predominio «atlantista». En el contexto actual de cambio climático, con una célula de Hadley que se extiende hacia el polo norte en nuestro hemisferio, estos eventos de polvo sahariano van a ser más frecuentes. Preocupa que llegue este aerosol no por composición química sino por el tamaño de las partículas y su efecto sobre el ser humano, por su potencial para generar problemas respiratorios. Por eso es tan importante la labor de seguimiento y pronóstico meteorológico que está desarrollando el «Centro para la predicción de polvo atmosférico de Barcelona», un centro de referencia mundial en este tema. Enhorabuena por su labor.