La población de conejos se dispara en 177 municipios con daños en viña y frutales

La sobrepoblación de los conejos de monte está convirtiéndose en un problema grave con consecuencias y daños para los cultivos de los campos valencianos, especialmente, para los productores de viñas y especies frutales. Según la resolución de la conselleria de Medio Ambiente, el número de municipios afectados en la Comunitat Valenciana asciende a 177, cuya superficie total es de 928.194 hectáreas.

Sin embargo, la cantidad de municipios con sobrepoblación de conejos es inferior a la anterior resolución de la Generalitat Valenciana, emitida en octubre del año 2022. En esa ocasión, eran 191 los términos municipales afectados —14 menos que en el presente— con una superficie total de 947.557 hectáreas, cerca de 20.000 menos. La variación no es nueva, sino que la resolución administrativa indica que «la dinámica de esta población es cambiante» y que, por tanto, «surgen nuevas zonas con sobreabundancia», en las que es necesario «una actualización periódica» del listado de términos municipales. 

Del total de 177 municipios afectados, 86 corresponden a la provincia de Valencia, con elevada presencia en la comarca de la Vall d’Albaida; 73 a la de Alicante, concentrados principalmente en la Vega Baixa; y los 18 restantes se ubican en la provincia de Castellón. Las novedades en este listado corresponden únicamente a pueblos de la provincia de Valencia. Se trata de cuatro: Alberic, Almiserà, Llocnou de Sant Jeroni y Pinet.

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Por su parte, las poblaciones que consiguen mitigar la sobrepoblación de conejos respecto al año 2022 son 13 en la provincia de Valencia —Quart de les Valls, Vilamarxant, Alboraia, Burjassot, Godella, Massalfassar, Meliana, la Pobla de Farnals, Beniparrell, Cerdà, la Granja de la Costera, Beneixida y Llombai— y cinco en la de Alicante. Estos son Dolores, San Fulgencio, Benillup, Sagra y Calp. 

Reivindicación de la caza

A raíz de esta problemática, la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana ha aprovechado para recalcar que «la caza no es simplemente una elección, sino una obligación» frente a esta problemática, como así se indica en la orden 2009. En este sentido, la entidad quiere poner en valor la figura del cazador y su contribución en la «preservación del equilibrio ecológico y la viabilidad económica de la agricultura» en la autonomía valenciana.

A través de un comunicado, su presidenta Lorena Martínez enfatiza «el papel vital de los cazadores» en el control de la superpoblación de los conejos de monte, a la que tilda de «amenaza significativa para la economía valenciana» por la «crisis» que está reportando en el sector agrícola al causar «pérdidas millonarias» en las comarcas, especialmente, del sur de Alicante; aunque se trata de un problema presente de norte a sur de la Comunitat Valenciana.

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