La oficina de extranjería de València le niega a una mujer con una discapacidad grave la documentación a la que tiene derecho

Los funcionarios rechazan la recomendación del Defensor del Pueblo y obligan a presentar una reclamación en la Dirección General

Imagen de archivo de la oficina de Extranjería de València, en Orriols.

Imagen de archivo de la oficina de Extranjería de València, en Orriols. / F. Calabuig.

Mónica Ros

Mónica Ros

Chaymae tiene una grave discapacidad física y psíquica que la hace completamente dependiente de sus familiares. Cuando falleció su madre en Marruecos, la única familia que le quedaba era su hermana, que había emigrado hacía años a España. De hecho, vive en València y tiene nacionalidad española. Sin embargo, para poder hacerse cargo de su hermana, la mujer tuvo que comenzar un largo y costoso trámite que la obligó a viajar varias veces a Marruecos y conseguir que el consulado español reconociera la situación, como dependiente de un ciudadano español, y por tanto le concediera un visado de residencia como familiar de ciudadano de la UE. "Este es un visado reservado sólo para padres, hijos y cónyuges, pero que en este caso está previsto también para estos casos de dependencia entre hermanos", explica el abogado de la familia y experto en extranjería, Francisco Solans.

Sin embargo, no hay manera de que la oficina de Extranjería de València le expida el documento al que Chaymae tiene derecho. "Armados con ese visado pudieron venir a vivir a Valencia, donde el siguiente trámite –exactamente eso, un mero trámite sin importancia, mera ratificación de lo resuelto ya por el consulado español – era pedir que se le documentara con una tarjeta de identidad, por parte de la Oficina de Extranjería en Valencia, ante la que se presentó la solicitud con el visado. Los documentos se habían quedado en el consulado, que así los había requerido", explica el abogado.

Y añade: "En un primer intento se inadmitió a trámite, lo cual es de entrada bastante abusivo, pero de buena se lo atribuimos a un error humano, a no darse cuenta del visado, y que con él la obligación de la Oficina es requerir al consulado todo el expediente, cosa que no les cuesta nada y les remiten de inmediato. Sin embargo en un nuevo intento acompañado de alegaciones, de nuevo se inadmitió, ignorandolas".

Ante el Defensor del Pueblo

El abogado Francisco Solar presentó entonces una queja al Defensor del Pueblo para denuciar "semejante situación kafkiana: se deniega un derecho porque no quieren pedir una administración a otra unos papeles que les cuesta no más de tres minutos remitir". Y el Defensor del Pueblo les ha dado la razón. "El Defensor ha sido muy claro y diáfano: deben cumplir la ley y la jurisprudencia y no exigir que se presente lo que ya tienen, y máxime en un caso con las connotaciones humanitarias de este, oficiar al consulado, cosa a la que les obliga la ley y nada les cuesta, y tramitar el expediente. Se niegan, con la típica actitud prepotente y chulesca de quien tiene el poder y no hay forma de obligarle, con diversos subterfugios ya afrontados por los tribunales a favor del administrado. No es la primera vez que se ha denunciado la actitud xenófoba de la Oficina de Extranjeros y de su responsable, con informes y denuncias dirigidas a la Subdelegación del Gobierno y a la propia delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé. Pero la actitud de sobreprotección a unos funcionarios cuyos resultados arrojan datos lamentables se impone sobre la buena conducción de una oficina cuyo cometido debe ser gestionar derechos y libertades y no entorpecerlos ni impedirlos", explica el abogado..

Para Solan, este caso "tiene tintes de insensibilidad humanitarios que hacen difícilmente explicable la cerrazón y contumacia de la Oficina, lo que nos obliga a hacer una denuncia pública para que se conozca esta lamentable actuación. La solución del caso está pendiente de un recurso al que no han respondido".