La Universidad Europea inaugura su nuevo campus en el corazón de València

El antiguo asilo de San Juan Bautista reabre sus puertas a la educación de la mano de la Universidad Europea y el arquitecto valenciano Ramón Esteve

Situado enre el IVAM y el jardín del Turia, el nuevo campus urbano de la UEV albergará a 3.500 estudiantes de las titulaciones de Ciencias Sociales y STEAM

El nuevo Campus Turia de la UEV tras la reforma del Antiguo asilo de San Juan Bautista.

El nuevo Campus Turia de la UEV tras la reforma del Antiguo asilo de San Juan Bautista. / UEV

Rafel Montaner

Rafel Montaner

La Universidad Europea de València (UEV), la más joven de las 9 universidades valencianas y la que más alumnado internacional atrae, pues seis de cada 10 de sus 5.000 estudiantes son extranjeros que vienen a formarse al Cap i Casal desde 120 países diferentes, inaugura hoy en el corazón de València su gran campus urbano en el que fuera el antiguo asilo de San Juan Bautista (1873), uno de los referentes arquitectónicos más singulares de la ciudad.

Famoso por la cerámica Nolla de sus patios, este edificio de marcado estilo neoclásico ha sido sometido a un exhaustivo y cuidadoso proceso de rehabilitación por parte del estudio del arquitecto valenciano Ramón Esteve, reconvirtiéndolo en el nuevo campus Turia de la UEV, un nuevo símbolo de innovación urbana universitaria. Esta apertura marca un hito significativo en la expansión de las instalaciones del centro académico que dirige la rectora Rosa Sanchidrián en el Cap i Casal, ciudad en la que el grupo Universidad Europea creó en 2012 la UEV, su primera universidad fuera de Madrid.

Doce años después la Europea de Valencia, que este curso se ha expandido a Alicante abriendo un campus con 5 grados y 2 posgrados, forma a unos 5.000 alumnos en 28 títulos de grado y 43 de posgrado da un salto de gigante al transformar el antiguo Asilo de San Juan Bautista en el nuevo Campus Turia, un espacio de 8.000 m², entre el IVAM y el viejo cauce del río del que toma su nombre, que ha rehabilitado tras acordar un alquiler a largo plazo con la propiedad de este edificio histórico.

Un nuevo campus para 3.500 alumnos

Con el Campus Turia la UEV fortalece su imbricación con València porque es una inversión en el patrimonio valenciano, ya que el antiguo asilo es un edificio protegido debido al tesoro de la fábrica de cerámica Nolla que alberga y que ahora vuelve a estar abierto a la ciudad de la mano de esta universidad privada. Además de rehabilitar este conjunto histórico de finales del siglo XIX, se ha levantado en la misma parcela un edificio de nueva planta con tres alturas y sótano. Este nuevo campus, que albergará a unos 3.500 alumnos de las titulaciones del área de Ciencias Sociales y STEAM (acrónimo para Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas), permitirá además a la Universidad Europea ampliar su oferta académica.

Bloque de nueva planta levantado en el complejo educativo.

Bloque de nueva planta levantado en el complejo educativo. / UEV

"Este icónico campus es todo un símbolo del arraigo y compromiso de la Universidad Europea con València y un claro referente de desarrollo urbano e innovación educativa", señala la rectora Rosa Sanchidrián. Un campus que "estará abierto a todos los ciudadanos y a todas las instituciones que hacemos de València y de la Comunitat Valenciana un referente por su talento y su impacto en la sociedad" ha apuntado.

Patio interior del Campus Turia de la UEV en el antiguo asilo de San Juan Bautista de València.

Patio interior del Campus Turia de la UEV en el antiguo asilo de San Juan Bautista de València. / UEV

Con estas nuevas instalaciones del Cap i Casal, la Universidad Europea, que cuenta con campus en Madrid, Canarias, Alicante y Valencia, se consolida como referente educativo en la Comunitat Valenciana. Lo hace llevando "como señas de identidad su enfoque innovador y vanguardista en el aprendizaje experiencial aplicado a todas las áreas del conocimiento, y con una estrecha relación con la sociedad y el tejido empresarial con los que colabora activamente gracias a convenios de prácticas y el desarrollo de proyectos reales", subraya la institución académica en un comunicado.

El conjunto cerámico de la frabrica Nolla del antiguo asilo luce de nuevo con todo su esplendor.

El conjunto cerámico de la fábrica Nolla del antiguo asilo luce de nuevo con todo su esplendor. / UEV

Mezcla de historia y modernidad

La restauración del antiguo asilo de San Juan Bautista, joya arquitectónica que ya estuvo dedicada a la educación de niños sin recursos en el siglo XIX, detalla la UEV, "ha tenido en su máxima el respeto de los valores iniciales del edificio, mezclando la modernidad y la tradición, pues conserva en sus dependencias muestras de los valiosos mosaicos levantinos Nolla, referentes en la artesanía de excelencia de finales del siglo XIX de todo el mundo".

Proceso de restauración de los mosaicos de la fabrica Nolla.

Proceso de restauración de los mosaicos de la fabrica Nolla. / UEV

Ramón Esteve, arquitecto de esta nueva cara del antiguo asilo de San Juan Bautista, es el autor de proyectos arquitectónicos destacados como el de la Casa Na Xemena (Ibiza), el Centro de Investigación Príncipe Felipe (València), la Villa Sul Palazzo (Roma) o la rehabilitación de Bombas Gens (València), con el que recibió en 2018 el premio Land Rover Born.

Cúpula del antiguo asilo, una vez restaurada.

Cúpula del antiguo asilo, una vez restaurada. / UEV

Esteve explica que "la rehabilitación del antiguo asilo de San Juan Bautista lo que quiere es inspirar, es un ejemplo claro de que algo histórico puede ser lo más moderno del mundo, y demuestra que una estructura que se concibió en el siglo XIX con una idea, vuelve a funcionar igual que la más moderna de las infraestructuras actuales". Un minucioso trabajo, en el que señala "se fusiona a la perfección historia y modernidad, tradición e innovación y respeta el carácter original y singular de una joya arquitectónica que forma parte del patrimonio de la ciudad".

Los mosaicos Nolla del Asilo de San Juan Bautista

En 1860 el empresario Miguel Nolla Bruixet, tatarabuelo de la que fuera alcaldesa de València Rita Barberá Nolla, introdujo desde Inglaterra un material cerámico innovador: el gres porcelánico. Una vez obtenidos los correspondientes privilegios y patentes, la Fábrica de Mosaicos Nolla, situada en Meliana, empezó su actividad, que rápidamente obtendría un éxito y una difusión a nivel internacional, superando incluso a los productos ingleses que le habían servido de modelo.

Así, la cerámica Nolla destaca por haber revolucionado el mundo cerámico del s.XIX. Se trata de la primera cerámica de altas prestaciones producida en España, siendo la precursora -con un siglo y medio de antelación- del actual gres porcelánico, del cual la Comunitat Valenciana sigue siendo el centro principal a nivel nacional. La belleza, versatilidad y durabilidad de los mosaicos producidos en Meliana, reconocidos y premiados en numerosos eventos internacionales, como las de París o Filadelfia, aseguraron a este material decorativo un fulgurante éxito a escala mundial. Si bien es en Valencia, Barcelona o Madrid, donde más ventas se realizaron, se colocó también cerámica Nolla en toda Europa, América y Asia.

Los magníficos catálogos convencieron a la alta sociedad y nobleza europeas, que encargaron los más variados modelos para decorar su casas y palacios. El mosaico Nolla llama la atención por sus composiciones geométricas y coloreadas, que forman complejos dibujos. Con este material, el dibujante puede dejar total libertad a su imaginación, y vemos cómo los modelos se van adaptando a los gustos de cada cliente, y a la moda de cada época. La pericia de los mosaiqueros, capaces de colocar las diminutas teselas sin dejar junta ni ceja alguna, termina de hacer de estos mosaicos un pavimento absolutamente único.

Dentro del panorama valenciano, los mosaicos presentes en el Asilo de San Juan Bautista conforman un conjunto muy relevante, tanto por la superficie que cubren como por la calidad de sus diseños y colocación, así como por la variedad de piezas utilizadas. Además, no se limitan a un uso como pavimentos, sino que se emplearon también para realizar zócalos, donde se utilizaron muchas piezas especiales, que pocos edificios poseen, haciendo de este conjunto un ejemplo verdaderamente excepcional. Los mosaicos del Asilo de San Juan Bautista constituyen un conjunto único, de altísimo valor histórico artístico, conformando una unidad coherente con el resto del patrimonio que alberga este edificio emblemático de la capital del Turia.

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