Riba-roja ultima su conexión con el 'bypass' con una inversión de 12,5 millones

La Diputació de València financia estas obras que comenzaron en 2013 y que terminan con la fase 4, que elimina el cambio de rasante para los 21.000 vehículos y tráfico pesado que circula por aquí cada día

Presentación del proyecto de desdoblamiento de la vía entre Manises y Riba-Roja. El diputado Rafa García, el técnico Juan Bondía y el alcalde Robert Raga.

Presentación del proyecto de desdoblamiento de la vía entre Manises y Riba-Roja. El diputado Rafa García, el técnico Juan Bondía y el alcalde Robert Raga. / Fernando Bustamante

Amparo Soria

Amparo Soria

Riba-roja de Túria cuenta los meses para estrenar, por completo, el principal acceso al municipio: la CV-370 desde Manises. Hoy se ha abierto la licitación para construir el último tramo del proyecto, la fase 4, que ha financiado la Diputación de València y que tiene por objeto el desdoblamiento de la calzada a dos carriles por sentido y la construcción de dos glorietas de acceso a las urbanizaciones de Els Pous, Montemayor y la Presa. Todo ello con un presupuesto de 12,5 millones de los fondos provinciales que abarcarán 2 kilómetros: desde las dos rotondas de acceso al 'bypass' hasta la variante de Riba-roja, por donde cada día pasan 21.000 vehículos diarios y, de ellos, un 6 % es tráfico pesado de camiones, sobre todo de las canteras de alrededor.

Esta obra se ha presentado esta mañana y el técnico de Servicio de Construcción de la Diputación València, Juan Bondia, ha dado todos los detalles: se trata de una obra que se ejecutará en 18 meses desde que s resuelva el concurso en abril, y busca duplicar la calzada y convertirla en una vía por donde se podrá circular a 80 kilómetros por hora. El ancho de la calzada será de 7,5 metros y habrá un carril ciclopeatonal que unirá el casco urbano de Riba-roja con la urbanización de la Presa. Se van a instalar pantallas acústicas y nueva iluminación, además de dos paradas de autobús.

Plano de obras de la Fase 1,2,3 y 4 de Riba-roja de Túria

Plano de obras de la Fase 1,2,3 y 4 de Riba-roja de Túria / L-EMV

Según ha explicado Bondia, se va a eliminar el cambio de rasante: la carretera pasará por abajo, a doce metros de profundidad, y a la altura actual se construirá un puente de 40 metros de luz que unirá las urbanizaciones y permitirá el acceso a la CV-370.

Se trata de una obra compleja porque según han explicado los técnicos se ha tenido que sortear la tubería de la EMSHI de grandes dimensiones y el tendido eléctrico. El proyecto concibe remover 180.000 metros cúbicos de tierra y como ha explicado el alcalde, Robert Raga, la complejidad de esta obra es equiparable a su necesidad: "Son muchas las residencias que conectan con esta carretera y conectarlas con el 'bypass' era fundamental, ya que todos los días se formaban retenciones para distribuir el tráfico por todos los núcleos urbanos".

Raga ha recordado que la Fase 3 de este proyecto, que terminó el año pasado, eliminó el tercer punto negro más peligroso de la Comunitat Valenciana, ya que el acceso de esta vía al 'bypass' implicaba un cruce de carretera que elevó la siniestralidad a máximos. Ahora, con las dos glorietas construidas por la Diputación, el tráfico es más armónico.

El diputado de Carreteras, Rafa García, ha explicado que esta ha sido la infraestructura más cara de la diputación tras la Variante de Bétera. Comenzó en 2013 y hoy comienza la licitación de la última fase, por lo que son más de 10 años de adecuación de un vial que soporta cada día un elevado tráfico y que une dos comarcas. "Resolvemos un problema grave de esta zona donde se ha visto un elevado incremento demográfico debido a las zonas residenciales", ha dicho García.

Una infraestructura de 28,5 millones

Según explicó el diputado, la obra en su totalidad tiene un valor de 28,5 millones. La diputación redactó el proyecto 'Vía parque del Túria. Manises-Riba-roja' donde se contemplaban diferentes actuaciones para mejorar la capacidad de la vía y la seguridad de la misma, por lo que se tenía que duplicar la calzada y controlar los accesos a los distintos núcleos de diseminados a través de vías de servicio.

Cambio de rasante en la CV-370 de Riba-roja, que será reformada para eliminarlo.

Cambio de rasante en la CV-370 de Riba-roja, que será reformada para eliminarlo. / Fernando Bustamante

Se dividió en cuatro fases: la primera de ellos tenía un presupuesto de 4,5 millones y se ejecutó entre 2013 y 2014; la segunda, entre 2013 y 2015 por valor de otros 4,5 millones. La tercera fase culminó en 2015 y se requirieron 6,6 millones para abordarla.

La más importante de todas será esta última fase que enlace la glorieta de acceso a la A-7 hasta la rotonda del kilómetro 5,3 donde actualmente comienza el desdoblamiento.