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«Canals sabe a mi infancia y a los recuerdos de mi padre»

Buscando en el baúl de los recuerdos, Karina encuentra una casa baja con su patio y sus primos correteando con ella; la Foguera de Sant Antoni, els Parells. Y su padre y su abuelo (curtidor de pieles) hablándose entre ellos en valenciano sin que ella comprendiera el porqué de ese otro idioma en casa. Porque aunque nacida en Jaén en 1946, por las venas de María Isabel Llaudes Santiago corre sangre canalense. Su padre era de Canals. Emigró a Andalucía tras la guerra. La futura estrella de la canción nacería ya lejos de la Costera. Y más lejos aún la llevaría su carrera internacional. Por eso esta noche (plaza Pont del Riu, a las 23 horas) Karina no sólo se reencuentra con su música.

«La verdad es que tengo recuerdos no totalmente nítidos, pero suficientes para recordar algunas cosas de muy niña; luego de más mayorcita ya los recuerdo mejor», explica por teléfono la cantante desde su casa de Madrid. «Con mi padre [Salvador Llaudes Vallés, nacido en 1910] siempre, siempre tuve presente Canals gracias a que él nos hablaba del pueblo, de la Foguera de Sant Antoni... Volvimos bastantes veces cuando yo era niña y de jovencita también, pero después de mi éxito en la música ya fue cada vez más difícil y de verdad que ahora no recuerdo la de años que hace que no he vuelto, muchísimos. Canals me trae el sabor de mi infancia y los recuerdos de mi padre. Saludaré a mis primos hermanos, Enrique, Carolina... ¡La de sobrinos nietos que me voy a encontrar!», bromea.

Ya de exitosa cantante, Karina apenas estuvo en Canals «una vez, creo. Me cuesta recordar si fue un concierto en Canals o en Xàtiva. En Xàtiva sí que canté varias veces», dice. En Xàtiva cantó la última vez en la Fira de 1999 en El Mercat. «Y esta vez en Canals, lamentablemente, no me voy a poder quedar nada porque el sábado he de estar en directo en el programa de María Teresa Campos», explica.

Ni la de Canals esta noche ni tampoco la de diciembre, en el Palau de Valencia, son las dos últimas actuaciones de Karina, como se ha dicho. «Sí que es verdad que es una gira de despedida. Y es definitiva. Lo que pasa es que será lo que queda de año más algunas actuaciones, pocas la verdad, hasta el verano de 2015. Y ahí sí que se acabará».

Animada por su hija Azahara y cansada de un tipo de actuaciones televisivas, con música enlatada y en playback, los conciertos de esta gira son algo insólito en la carrera reciente de la artista. «Llevo músicos, y canto totalmente en directo, sin trampa ni cartón. Lo poco o mucho que guste no lo sé, pero auténtico sí que será. Son conciertos, conciertos», insiste la intérprete de inolvidables hits de la canción melódica patria como El baúl de los recuerdos, Las flechas del amor, Romeo y Julieta o En un mundo nuevo, ésta última con la que representó a España en el festival de Eurovisión de 1971 quedando segunda. «Se trata de un formato más arriesgado, en el que me expongo mucho. Pero será fantástico cerrar mi carrera musical de más de 50 años con este tipo de recitales», confiesa. El concerto está planteado «como una biografía mía asociada a las canciones. Voy explicando cosas de mi vida e hilvanando las canciones que tienen que ver con ello», explica. Sobre su retirada y si esta gira puede animarla a reconsiderar la decisión, afirma: «Creo que no».

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