Los extrabajadores prejubilados de Tavex volvieron ayer a concentrarse a las puertas de la industria textil de Navarrés para exigir el cobro de las pólizas que les adeudan desde que en 2010 la suspensión de pagos de la aseguradora belga Apra Leven hizo saltar por los aires el convenio suscrito con la empresa en el marco del ERE aprobado en 2008. Cuatro años y medio después de la quiebra de la mutua —vinculada a la consultora Vitalia Vida, principal intermediaria del fraude de los ERE de Andalucía—los afectados —17 de ellos de la fábrica de Navarrés— siguen sin ver un euro.
Han llamado a todas las puertas y acudido a todas las instancias y administraciones. Huelgas de hambre, protestas semanales, peregrinaciones por toda España... En 2012, pareció abrirse un rayo de luz cuando un juzgado de los social de Valencia condenó a la multinacional a abonar las cantidades pendientes como responsable solidaria de los impagos de la aseguradora, pero posteriormente Tavex recurrió al Tribunal Superior de Justicia y la sentencia de primera instancia quedó anulada. Lejos de darse por vencidos, los extrabajadores plantearon un recurso de casación ante la Audiencia Nacional que ahora se ha convertido en su principal quebradero de cabeza.
El escenario dio un vuelco cuando un fondo inversor de origen alemán inició los contactos para quedarse con la división europea del fabricante de tela vaquera. Ante el cambio accionarial, la empresa propuso a los trabajadores un trato: si se retiraban del proceso judicial abierto ingresarían las compensaciones adeudadas, depositadas en el juzgado de Valencia. Los prejubilados sellaron el acuerdo en noviembre, pero ni ellos ni sus abogados han tenido todavía constancia de una respuesta de la Audiencia a la petición de retirar la demanda. Pasado medio año, la transferencia sigue sin hacerse efectiva.
Apoyo de la alcaldesa
«La empresa nos dijo que nos pagaría el 60 o 70% que nos adeuda si retirábamos el recurso de casación. La petición está firmada desde hace 6 meses, pero parece que (en los tribunales) la tienen en el último cajón, durmiendo el sueño de los justos», lamenta Ricardo Palazón, expresidente del Comité de Empresa de Tavex. Las cantidades pendientes de cobro, mientras tanto, se acumulan. En el caso de Palazón, la deuda ya suma 60.000 euros. Y eso que no es de los trabajadores con más antigüedad de la fábrica. Otros compañeros han tenido serios problemas para pagar la hipoteca sin un ingreso vital como es la póliza, a tiempo que se veían obligados a abonar cantidades mensuales a la Seguridad Social para no perder la prestación. «Nos sentimos masacrados y desamparados. Después de 4 años y medio ya es hora de que se acuerden de nosotros y podamos estar tranquilos. Esto es de locos. En vez de ver la luz, cada vez lo vemos todo más negro», explota Palazón. Ayer, la alcaldesa de Navarrés, Estela Darocas, se acercó al lugar donde protestaban los afectados para mostrarles su absoluto respaldo. Lo mismo hicieron varios vecinos.
