El juzgado de lo social nº 5 de Valencia ha estimado las pretensiones de los trabajadores que se rebelaron contra los incumplimientos contractuales de Quesos Belda, SL y ha condenado a la empresa de Canals por los impagos continuados de las nóminas. Como informó Levante-EMV en junio, la mitad de la plantilla llevó a la quesería a los juzgados después de acumular varias mensualidades pendientes de ingresar. De los cinco denunciantes, sin embargo, tres de ellos llegaron a un acuerdo con la empresa y terminaron retirándose del proceso antes del juicio. La vista se señaló inicialmente el 29 de junio, pero las negociaciones entre las partes la aplazaron hasta el 8 de julio. Finalmente, dos trabajadoras continuaron adelante con la demanda y han visto reconocidas sus reclamaciones.
La sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, declara extinguido el contrato que ligaba a las afectadas con la empresa dados los incumplimientos y obliga a Quesos Belda a abonar a las denunciantes —una auxiliar administrativa y una repartidora—un total de 23.000 euros entre salarios pendientes e indemnizaciones. En el momento del fallo, la mercantil adeudaba 11.244 euros en retribuciones a las dos empleadas, cuyo sueldo oscilaba entre los 1.070 los 1.213 euros mensuales.
La firma se ha comprometido a saldar los pagos arrastrados por cantidades similares con los otros tres trabajadores que se allanaron durante el procedimiento tras alcanzar una conciliación judicial. Dos de ellos se habrían reincorporado a su puesto de trabajo, mientras que una tercera habría abandonado también la sociedad dedicada a la producción, compraventa y distribución de quesos.
El caso de los impagos saltó a las páginas de este diario después de que una resolución del mismo juzgado, a comienzos de junio, declarara exonerados a los 5 trabajadores demandantes de trabajar para la firma hasta que sus administradores se pusieran al día con las nóminas. En el momento de la denuncia, Quesos Belda adeudaba cuatro mensualidades a las dos empleadas a las que la justicia ha terminado dando la razón, a contar desde noviembre de 2014 en uno de los casos y desde enero de 2015 en el otro. Las afectadas acusan el desgaste psicológico de la situación laboral derivada de los problemas económicos de la firma, que les privaba de cualquier ingreso y ha derivado en dificultades para llegar a final de mes.
Las demandantes dudan de que la empresa cumpla con la sentencia, aunque confían en que el Fogasa se haga cargo de satisfacer las cantidades en caso contrario y respiran aliviadas tras resolverse la situación de bloqueo en la que se encontraban. «Con esta sentencia por fin queda extinguida la relación laboral: podemos apuntarnos al paro y cobrar la prestación», sostiene una de las agraviadas.
Incumplimientos continuados
La jueza Montserrat Caballo condena a la empresa porque considera que los impagos eran una práctica «continuada» y «persistente» que conllevaba «un incumplimiento grave de las obligaciones contractuales» con los trabajadores. Ambas partes acordaron el importe de las indemnizaciones en el juicio, a las que se sumarán intereses del 10% anuales. Hace unas semanas, la administración de Quesos Belda aseguró a este diario que los trabajadores cobraban y trabajan con normalidad y declinó realizar manifestaciones. Fuentes jurídicas apuntan al posible desembarco en la firma de una empresaria con experiencia en subastar activos, lo que añadiría incertidumbre entre la plantilla.
