Un estrecho habitáculo compartido por trece trajabadores, con una ventilación deficiente, un diminuto cuarto de baño y una reducida nevera. Los trabajadores del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) de Xàtiva han denunciado la situación de hacinamiento con la que han de lidiar cada día en la zona de descanso, donde conviven, en turnos de 24 horas, médicos, enfermeros y conductores de ambulancia.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha emplazado a la dirección del Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent a que habilite un local más amplio para los empleados. Se trata de una reivindicación histórica hacia la que el sindicato espera que la nueva Conselleria de Sanidad tenga más sensibilidad.
La dirección del área de Salud remarcó ayer que la gestión directa del SAMU es competencia del Servicio de Emergencias Sanitarias (SES). La Junta de Personal de este servicio trasladó la reclamación de mejoras en enero. En cualquier caso, el gerente del Departamento explica a este diario que está buscando una solución a la problemática desde hace un año y asegura que «se han hecho las gestiones oportunas». De hecho, el hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva ofreció unas dependencias más amplias y óptimas para dar cabida a la base, pero la dirección está a expensas de que la conselleria autorice una partida de inversión para acondicionarlas.
Esta operación, además, permitiría liberar espacio en el centro de Salud Ausiàs March y supondría una mejora de las instalaciones, según apunta García, quien recalca a continuación que el mobiliario de la actual zona de descanso ha sido sustituido recientemente por el área de salud. También supondría un alivio para el tráfico en la zona y facilitaría la labor a las ambulancias. En 2011 se anunció un nuevo centro de salud en la parte este de la ciudad con la idea de que albergara la base SAMU en unas mejoras condiciones. La crisis frustró un proyecto que el nuevo consistorio de Xàtiva sitúa como prioritario y quiere que la Generalitat rescate.
13 personas sin espacio
Las quejas por el estrecho habitáculo que comparten los trabajadores del SAMU con los de atención primaria y guardias son constante. CSI·F lamenta que en esas condiciones permanecen, mientras esperan el siguiente servicio, los 5 médicos, 5 enfermeros y tres conductores, distribuidos en diferentes turnos, cada día.
