Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

No es plata todo lo que reluce

Que Ontinyent, gracias al cubano Orlando Ortega, haya salido en todos los informativos de la aldea global, pese a estar aún reciente su nacionalidad española y algo más su empadronamiento en Ontinyent, ha sido una evidencia de la que se han ufanado y sacado pecho muchos ontinyentins, empezando por sus allegados y el gobierno municipal. Nunca unos juegos olímpicos, incluidos los de Barcelona '92, habían generado tantas caras de júbilo por estos lares como los de Rio de Janeiro. Y ello pese al sabor agridulce que, entre la ciudadanía ontinyentina, han dejado algunas televisiones nacionales, cuyos reporteros andan suspendidos en geografía al adjudicar Ontinyent al ámbito provincial de Alacant, a la par que le generaban un problema de ubicación presidencial al batle Jorge Rodríguez.

Que el Ayuntamiento de Ontinyent felicite a Orlando Ortega, atleta del club CAVA de esta localidad por la medalla de plata obtenida como vecino y subcampeón olímpico de 110 metros valla es lo que toca. «Ontinyent homenajeará a Orlando Ortega cuando acabe la temporada» (La Vanguardia); «Ontinyent presume de medallista olímpico» (Superdeporte) o «Una plata olímpica labrada en Ontinyent» (Levante-EMV). Como estos, la noticia ha deparado tropecientos titulares que son un magnífico estandarte que ha servido para poner el nombre de la ciudad de uno al otro confín. Pero, en términos genéricos, de la existencia de Ortega en esta ciudad lo sabían cuatro gatos. De hecho, la primera vez que el gobierno municipal se hizo eco del corredor fue en octubre del año pasado, cuando Rodríguez recibió a Ortega en su despacho, acompañado de directivos del CAVA para felicitarlo con motivo de haberse clasificado 2º en la Diamond League, celebrada en la ciudad Suiza de Zurich. Las palabras del batle deseando suerte a Orlando en los Juegos Olímpicos en aquella ocasión han echado fortuna.

La inesperada plata olímpica le venía como agua de mayo al ejecutivo de Rodríguez. Tanto es así que, a las pocas horas de obtener la medalla, ágiles de reflejos, anunciaban que «cambiarán el tartán de la pista de atletismo de su polideportivo municipal para contribuir a que Orlando Ortega pueda progresar deportivamente tras la medalla de plata obtenido en 110 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro». Un anuncio que a la postre no significaba ninguna novedad, ya que, como informó Levante EMV el 13 de febrero, «600.000 euros se destinarán a la renovación integral de la pista ubicada en el polideportivo de la ciudad», fruto de un convenio suscrito entre la diputación, la Universitat de València y el Ayuntamiento de Ontinyent. Los tres organismos presididos casualmente por Jorge Rodríguez, en el caso de la Universitat a través de la Fundación Universitaria Vall d'Albaida (FUVA).

Para avalar tan cuantiosa inversión, el gobierno local esgrime que «la instalación tiene 25 años», pero esta es la hora en que sigue sin aportar cifras o índices de uso de dicha pista, ya que, en el día a día, la instalación casi emula, en su uso, a otras como el trinquet o el velódromo. Tampoco parecen existir informes técnicos o de peritos que justifiquen la prioridad de dicha inversión pública.

Compartir el artículo

stats