Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

la notícia setmanal

las dos caras de la basura

Cin duda uno de los titulares de esta semana llegó con visos de ser uno de los destacados del año en esta comarca: «La Vall d'Albaida sella la paz con el COR tras diez años de conflicto por la gestión de la basura». Con esta decisión los presidentes de la Mancomunitat de la Vall d'Albaida y del Consorcio de Residuos V5 (COR), Vicent Gomar y Roger Cerdà, han dejado a la altura del betún a sus predecesores en dichos cargos, del PP. Justo es reconocerlo. Ya que como es bien sabido, sobre todo el ex presidente del COR, Vicente Parra, anda perseguido por las sombras de corrupción en su gestión. Ahora, tras la foto y el sacar pecho, es de esperar que todas las partes cumplan con los compromisos, y por ende no defrauden las expectativas de la ciudadanía. La firma del convenio no puede quedar en papel mojado; debe marcar la hoja de ruta que conduzca, inexorablemente, a la implantación del Pla de Minimització en la Vall. Los deberes que competen a cada organismo implicado en la firma de dicho convenio, han realizarse con la mayor celeridad, sin dilación y en las fechas previstas.

Aunque la planta de residuos propia la Vall se presenta como uno de los temas potencialmente más polémicos, respecto a su ubicación «la opción más factible para albergarla es Bufali, el único municipio que se ha postulado en el proceso participativo iniciado por el COR para buscar emplazamientos», tal como informaba este diario. Lo que no quita que a dicha propuesta actualmente en fase de estudio, como señaló el representante de la Generalitat, Julià Àlvaro, «puedan surgir más emplazamientos alternativos». Así que prudencia y que prime «el consenso en la decisión que tome la Mancomunitat».

Por lo demás la Mancomunitat se anotó en su haber una reivindicación: que el COR le compense económicamente por los enormes sobrecostes que le ocasiona el transporte forzoso de la basura a la planta de transferencias de Ròtova, otra tropelía de Parra. En su debe, «la Mancomunitat se compromete a mediar con los municipios de la Vall d'Albaida que todavía no están consorciados».

Sin embargo la buena nueva ha sido ensombrecida, parcialmente, por la falta de luz del gobierno municipal de Ontinyent. Está manteniendo un mutismo —incomprensible— ante el tema de los recursos, en tiempos de Rus, por los recibos del COR que está derivando en múltiples embargos y en una sensación de desamparo por parte de la ciudadanía respecto a su gobierno municipal. Lo que está levantando ya muchas críticas.

Rodríguez: referente socialista que va más. «El problema del PSOE no es que se pueda romper. Ya está roto». Así de contundente y preciso se mostraba el batle ontinyentí, Jorge Rodríguez, en una entrevista con el periodista Alvaro Errazu, el pasado 22 de octubre. En dichas manifestaciones el primer edil ontinyentino se expresaba con una precisión y profundidad desacostumbrada en él, al menos hasta ahora. Su «firmeza en las ideas», dijo, frente al desnortado responsable de los socialistas valencianos, Ximo Puig, además, viene avalada por las encuestas, que lo sitúan en cabeza de los políticos mejor valorados. Entre las perlas del alcalde y presidente de la Diputación de Valencia, figura este recadito al comité federal socialista: «Si tuviera que votar, también sé lo que votaría: votaría no a abstenernos, votaría no a Rajoy». Y como urgencias a resolver en su partido, que es exitoso en su demarcación, señala «una definición muy clara de una hoja de ruta».

Compartir el artículo

stats