Aunque la agresión de un vecino le ha amargado el final del mandato, José Barberá ha declinado retrasar el traspaso de poderes, previsto el 9 de junio. Tras cuatro años al frente del ayuntamiento, el edil socialista subraya que el «clima de cordialidad» ha presidido su gestión y destaca como hito más importante la cancelación de las deudas bancarias y de todo tipo que arrastraba el municipio, gracias a un remanente de 200.000 euros por ejercicio. Esta situación boyante ha permitido al consistorio adquirir los derechos de urbanización del polígono, cuyo desarrollo, pendiente desde 2002, se paralizó tras la quiebra de Llanera. Ahora, la corporación urbanizará el sector mediante gestión directa. Barberá también enumera las inversiones en caminos rurales y en la red de saneamiento, la urbanización de varias calles, la adecuación de una vivienda como archivo y museo, la puesta en marcha de un pozo de agua potable y la reparación de una importante avería en el depósito de agua. En el BIC del castillo se ha recuperado la zona de la Poterna, que ahora se quiere hacer visitable. Además, se ha sustituido la obsoleta instalación eléctrica de la escuela y se ha eliminado el amianto del patio. En materia de personal, el alcalde subraya el refuerzo en la atención domiciliaria y la contratación de 40 personas a través de diferentes ayudas, el 5% de la población activa de Montesa.