El Ayuntamiento de Xàtiva ha liquidado uno de los últimos vestigios propagandísticos del franquismo que aún perduraban en el barrio del Carmen. Los operarios municipales retiraron hace unos días las placas de las viviendas de protección oficial que reproducían el yugo y las flechas de la Falange y recordaban al «camisa vieja» Diego Salas Pombo, fundador y secretario provincial FE de las JONS en La Coruña, gobernador civil y jefe provincial del «Movimiento» en València, vicesecretario general de FET y de las JONS y, posteriormente, procurador en las Cortes franquistas.

La medida llega poco después de que la Conselleria d'Habitatge haya rebautizado el grupo de viviendas públicas -transferidas por el Estado en 1984-, cuya denominación oficial ha pasado de «Salas Pombo» a «Lliga de les Dones», en homenaje a la histórica organización feminista.

El antiguo panel de la Delegación Nacional de Sindicatos dejaba constancia todavía de las 90 viviendas y 6 tiendas que se levantaron en el Carmen entre los años 1957 y 1958 dentro de la política de promoción de la vivienda social de la dictadura franquista.

Las tablas incrustadas sobre el bloque de pisos nº 3 han sido desmontadas -no sin dificultades- y se han resguardado prácticamente intactas en un almacén municipal. Según expone el regidor de Memoria Histórica de Xàtiva, Alfred Boluda, la idea es conservar la inscripción con tal de que pueda servir de materia de estudio o que pueda incluirse en alguna exposición en torno a la temática histórica. Los trabajos de retirada, subvencionados con una ayuda de la diputación, fueron supervisados en todo momento por el director del museo. Boluda resalta que, «a pesar de la debilidad y la poca calidad del material», se consiguieron extraer cuidadosamente las placas, sin daños, para luego almacenarlas.

El vestigio franquista se ha sustituido por un mural colorista que ha sido confeccionado en los últimos días por la artista de origen bielorruso -setabense de adopción- Angela Malysheva, sobre el mismo hueco dejado por el antiguo anuncio falangista y manteniendo el tamaño. En palabras de Boluda, la obra «representa lo que significa el Carmen: un barrio de acogida de los recién llegados a Xàtiva», un concepto «inclusivo» que es «contrario a lo que predica el fascismo». La actuación se suma a las 130 placas con el yugo y las flechas retiradas de las fachadas de otros tantos bloques de pisos.

Escultura para los deportados

Por otro lado, la junta de gobierno de ayer dio luz verde a un contrato privado suscrito con el artista Alfredo Moral, a quien el consistorio ha encargado una escultura de homenaje a los prisioneros setabenses de los campos de concentración nazis. La instalación forma parte del convenio suscrito con la asociación Amical Mauthausen «para mantener la memoria» y brindar un «reconocimiento público» a los 8 deportados de Xàtiva, de los cuales 6 terminaron falleciendo. Boluda subraya el objetivo de que el monumento se convierta en un «espacio de memoria permanente» que represente «todo lo que dejaron atrás», siguiendo el ejemplo del Aixopluc o el monolito als Maulets en Sant Francesc. A la espera de que Patrimonio lo autorice, la escultura de hierro y bronce se instalaría en la plazoleta junto al antiguo convento de Sant Domènec, donde vivieron dos de las víctimas, cuyos nombres se recordará con una placa.