Una vez los trabajos de identificación de ADN de los restos localizados en la fosa 113 del cementerio de Paterna, una de las más grandes del camposanto, están en la recta final, el ayuntamiento está preparando el camino para los restos que no sean reclamados por las familias. Por este motivo, el consistorio ha decidido financiar la construcción de un mausoleo en el espacio que ahora ocupa la fosa, en el que podrían depositarse los cuerpos de las personas represaliadas por el franquismo que fueron a parar a ese enterramiento, en los correspondientes receptáculos, de forma que en el futuro puedan recuperarse si aparecieran los descendientes y lo desearan.
El gobierno local ha adoptado esta decisión después de consensuarla con la Diputació de València, que es la institución que ha financiado con unos 124.000 euros, en dos fases (excavación e identificación) la exhumación de la fosa, y con las familias de las personas represaliadas. En este enterramiento se han localizado los restos de 49 personas, de las 52 que consideraba que estaban depositadas. El proceso ha sido impulsado por 32 de las familias, presididas por Santi Vallés.
El proyecto del mausoleo ha sido redactado por el arquitecto José H. Garrido y se realiza en cumplimiento de la Ley de la Memoria de 2007, como consta en la introducción. La construcción se situará en la fosa, ubicada en la banda izquierda de la calle central del cementerio, que tiene unas dimensiones de 3,10 por 3,40 metros. Será un espacio subterráneo «en su mayor parte» que estará «dotado de compartimentos para albergar los restos óseos en recipientes normalizados».
Al interior se podrá acceder por la parte superior a través de una trampilla de 80 por 80 centímetros, situada en la cubierta superior de mármol que se colocará, a 50 centímetros del nivel del suelo. Al abrirla se encontrará una escalera de 2,60 metros de larga por 0'60 de ancha, para bajar. La construcción será de hormigón en su cimentación y paredes, excepto la mencionada cubierta, que tendrá una pendiente del 20% y un boladizo. En la parte superior habrá cuatro huecos de ventilación y en el interior se distinguirá una zona central de trabajo y dos laterales sobreelevados donde se colocarán los recipientes, según consta en el proyecto.
El arquitecto municipal ha redactado además el pliego de condiciones para contratarlo, que establece una ejecución de un mes, y el estudio de seguridad. De este modo, el consistorio tiene previsto licitar la obra en breve, por un persupuesto de 29.766 euros (2.473 de la excavación, 2.018 de la cimentación, 2.668 de la obra de fábrica, 8.644 de la cubierta, 3.667 del recubrimiento, 2.687 de otros gastos y 5.166 de IVA además del beneficio industrial), según consta en la memoria.
En la Complutense
Los restos de los 49 cuerpos localizados están ahora en el Instituto Forense de Madrid, en la Universidad Complutense, donde están siendo sometidos al estudio antropológico, uno a uno, que determinará características, heridas de balas y otros detalles, según informa el presidente de la agrupación de familiares, Santi Vallés. La segunda fase será la de las pruebas de ADN para la identificación, para la que cruzarán los datos con los que tienen de las familias.
Vallés ha reclamado celeridad al consistorio en el proceso «porque los cuerpos no tardarán mucho en venir y hay algunos que serán trasladados a los municipios donde viven los descendientes pero otros se quedarán en Paterna». El colectivo también ha exigido que el mausoleo sea sencillo y «nada ostentoso» pero que tenga en la superficie los nombres de todas las personas que estuvieron allí enterradas, con la fecha del fusilamiento y su lugar de procedencia, tanto si sus restos se quedan allí como su se trasladan. «Esto ha de ser un proceso de recuperación, no solo de los cuerpos sino de la memoria de lo que pasó». Vallés ha deseado que la apertura de la fosa 113, a la que han seguido otras, «marque un antes y un después para el resto de enterramientos» respecto a la solución futura que se les dé, una vez acaben el proceso de recuperación.
