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LA IGUALDAD SE PAGA

No tenemos Presupuestos del Estado todavía para el año próximo y como en las buenas películas de suspense nos van a dejar con la incógnita durante un buen rato. PSOE y Unidos Podemos han hecho una propuesta que puede resultar bastante satisfactoria pero el resultado final depende de conseguir el necesario cambalache aritmético en el Congreso de los Diputados, donde todos deben mojarse. Lo cierto es que no es una mala proposición porque, entre otras cosas, beneficiarían especialmente a las mujeres que bien que se lo han peleado sin lugar a dudas.

La subida del SMI, con ese tope mínimo de 900 euros para todo bicho viviente es para algunos una catástrofe sideral que conlleva la extinción de la Humanidad. Pero para las mujeres es un auténtico acto de justicia. Sólo se desbaratan ante la idea quienes cobrando 150.000 pavos al año se creen legitimados para pedir austeridad. Quienes sufren una amnesia absoluta que les impide recordar que la Iglesia Católica percibe al año 11.000 millones de euros no se sabe exactamente por qué o que la corrupción ha supuesto un coste cifrado entre 24.000 y 90.000 millones de euros. Cifras que hacen que los 340 millones que supondrán la subida salarial sean pecata minuta.

La propuesta incluye otras medidas que serán recibidas como agua de mayo por las mujeres de este país. Así será para las cuidadoras, cuya cotización a la seguridad social se vio suspendida de golpe y repente cuando a los gobernantes populares les pareció que lo suyo debía ser devoción, sin nada que ver con la aportación que supone a la economía del país. O la rebaja del IVA del 10 al 4% que encarecía productos básicos de higiene femenina como compresas y pañales, como si fueran artículos de lujo, penalizando el bolsillo por un gasto que no tiene nada de fashion.

Y no solamente hay que hablar de medidas estrictamente económicas. El acuerdo incluye la firma y ratificación del convenio 189 de la OIT lo que permitirá a las empleadas de hogar, dejar de ser esclavas para ser trabajadoras con derechos. O la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad que igualará a mujeres y hombres en sus obligaciones familiares, acabando de una vez por todas con el extra de responsabilidad que las relegaba del mercado laboral otorgándonos el dudoso honor de ser el segundo país de la Unión europea con mayor índice de paro femenino.

Reformas legislativas

En relación a la lucha contra la violencia machista, duplica los fondos destinados a los ayuntamientos que pasan de 20 a 40 millones devolviéndoles además las competencias que les fueron retiradas. Pone en marcha las reformas legislativas que permitirán acreditar la condición de víctima de violencia de género sin necesidad de denuncia y elimina la absurda diferencia entre abuso y agresión sexual. También se compromete con carácter de urgencia a abordar una Ley de Igualdad salarial que acabe con esa brecha que tanto se ha tardado en reconocer y mucho más en eliminar. Es por eso una buena propuesta, que aún siendo mejorable, siempre lo es, va en la línea de corregir las enormes desigualdades que estaban convirtiendo este país en el paraíso de unos pocos y el purgatorio de la mayoría. Ojalá quienes están empeñados en que la propuesta se descalabre, no triunfen en su objetivo. Ojalá tengan que lamentar su derrota, eso sí, desde sus lujosas mansiones. Mucha pena no darán. En cualquier caso, ojalá estos presupuestos inspiren de igual modo los presupuestos del Ayuntamiento de Xàtiva, de próxima aprobación, porque es ahí, en las cuentas, donde se detecta o no el compromiso real con la igualdad.

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