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Asociarse vertebra el territorio

Sólo tres de los 34 municipios de la Vall d'Albaida tienen un número de asociaciones por mil habitantes menor que la media de la provincia de Valencia - La comarca destaca en colectivos festivos o culturales y en cooperativismo agrario

Ejemplo total de asociacionismo: fiestas y bandas de música, en la Entrà de Bandes de Ontinyent interpretando «Chimo» en 2018. perales iborra

El de los recursos sociales de una comarca es un análisis basado en el número de asociaciones y las cooperativas. Formar parte de una asociación es uno de los mecanismos con los que la ciudadanía cuenta para implicarse de manera activa en los asuntos públicos. De hecho, el tejido asociativo de una sociedad juega un papel fundamental en su fortaleza democrática y en su capacidad de respuesta ante los riesgos sociales. En el caso de La Vall d'Albaida, comarca constituida por 34 municipios, cuenta con un total de 1.258 asociaciones, un 4.27% del total valenciano en el que se viene a reflejar la misma heterogeneidad y complejidad asociativa Estas entidades están muy repartidas por el territorio comarcal, siendo Ontinyent con un 29,17% donde en mayor medida se concentran. A diferencia de otras comarcas no se aprecia en la Vall d'Albaida una marcada polarización territorial. Aun así, en los municipios de Albaida, l'Olleria y Ontinyent se ubican más de la mitad de las registradas en la comarca (53,02%). El elevado número de municipios contribuye, sin duda, a que la mayoría de estos presenten unos niveles reducidos de asociaciones y tanto en términos absolutos como relativos.

El carácter de las entidades de la comarca es muy diverso pero refleja las principales dimensiones de la vida cotidiana de sus habitantes y así las asociaciones culturales (entre las que destacan las festivas y musicales), económicas, deportivas y educativas destacan especialmente. Es importante señalar el trabajo realizado por asociaciones como el IEVA (Institut d'Estudis de la Vall d'Albaida) en establecer vínculos comarcales entre las diferentes poblaciones de la Vall, sobre todo a nivel asociativo, así como las actividades promovidas por la Mancomunitat de la Vall d'Albaida, como las rutas turísticas entre sus poblaciones.

Por supuesto, la capitalidad de la ciudad de Ontinyent se percibe también en su tejido asociativo, no sólo por su mayor número de entidades, sino por su diversidad de objetivos, encontramos asociaciones de acción social, cultural, asistenciales, sanitarias, económicas, educativas, deportivas.

Sin embargo, esta distribución porcentual nos da una visión poco ajustada a la realidad, dado que la incidencia del tejido asociativo en las diferentes poblaciones depende en gran medida del volumen poblacional. En este sentido nos sirve como indicador el número de asociaciones por mil habitantes. Y así se nos dibuja una imagen diferente de la comarca ya que a veces estamos ante densidades asociativas relevantes. De hecho, tan sólo tres de los 34 municipios tienen un número de asociaciones por mil menor que la media provincial. Se trata de Rugat con un 5,29?, Aielo de Rugat con un 5,75? y Ontinyent con un 9,93?. El resto supera esta media, en especial las localidades de Salem (34,01?), Bellús con un 34,99?, Beniatjar (42,92?) y Carrícola con un 57,14?.

En estas últimas poblaciones, a priori, la incidencia cotidiana de las asociaciones será mayor. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que estamos tratando datos generales y que, aunque los indicadores son valiosos, hemos de ser prudentes e intentar no realizar asociaciones de ideas que no nos aportan las estadísticas.

Un segundo elemento clave para conocer mejor los recursos sociales con los que cuenta una comarca son el número de entidades cooperativas radicadas en su territorio. Según la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana una cooperativa es una «agrupación voluntaria de personas físicas y, en las condiciones de la ley, jurídicas, al servicio de sus socios, mediante la explotación de una empresa colectiva sobre la base de la ayuda mutua, la creación de un patrimonio común y la atribución de los resultados de la actividad cooperativizada a los socios». Son entidades con gran potencialidad en el desarrollo territorial, así como en la cohesión social y territorial. Además, sus principios rectores „gestión democrática e interés por la comunidad de referencia„ las convierten en un elemento fundamental en el tejido social de un territorio. De hecho, pueden ser consideradas como las empresas de la economía social más consolidadas.

El cooperativismo

Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social en 2016 en la Comunitat Valenciana había 1.260 sociedades cooperativas en situación de alta en la Seguridad Social con un total de 45.096 trabajadores. Esto suponía en valores relativos un 10,7% del total de cooperativas españolas y un 19,55% de los trabajadores españoles vinculados a este tipo de sociedades. La mayoría de estas cooperativas se concentran en territorio de la provincia de València: un 55,32% de las entidades y el 73,39% de los trabajadores. Respecto el carácter de estas cooperativas el mayor número en la provincia de València lo forman las cooperativas de trabajo asociado, aquellas cuya actividad es ejercida por sus socios mediante su propio trabajo: 58,54%. Sin embargo, si hablamos de número de trabajadores éstos se concentran en las cooperativas de consumidores y usuarios con un 42,05%.

Muy a nuestro pesar, los datos disponibles a nivel comarcal y municipal no están tan actualizados ni son tan completos, pero pueden contribuir a tener una imagen más completa del carácter y solidez del tejido de cooperativas. Sin dejar de ser por ello muy prudentes en las conclusiones que podamos extraer. Los datos estadísticos disponibles en la comarca de la Vall d'Albaida sobre cooperativas registradas nos muestra que en 2003 había 123 cooperativas registradas lo que supone un 5,49% del total de cooperativas provinciales.

La mayor parte de estas cooperativas, un 70,73%, son de trabajo asociado. Por municipios destacan los valores de Bocairent (17,07%), Ontinyent (14,63%), Quatretonda (11,38%) y l'Olleria (10,55%), poblaciones que en conjunto concentran el 53,66% del total de cooperativas registradas según los datos disponibles. El tipo de cooperativa que es más frecuente encontrar en la Vall d'Albaida es la de trabajo asociado y todas aquellas encuadradas en el epígrafe de otras: cooperativas de créditos o de consumidores y usuarios, entre otras.

La vida económica de las comarcas ha estado muy vinculada a la industria del textil y la confección, sin embargo la agricultura ha jugado un papel significativo y en este sentido encontramos un número importante de cooperativas de larga tradición, es el caso de la Cooperativa Comarcal la Vall d'Albaida (CoopVall) centrada en el envasado y elaboración de aceite de oliva (Ontinyent) y que representa los vínculos de colaboración que se tejen entre diferentes cooperativas (por ejemplo integra a Cofrudeca de Bèlgida, especializada en agricultura ecológica).

Destaca también la industria vinícola en la que encontramos a la Cooperativa Vinícola Onteniense. O es de destacar también la visibilidad que está adquiriendo la cooperativa eléctrica SENEO dedicada a la comercialización de energía eléctrica renovable.

En conclusión, como ya ocurría con las asociaciones, sin alcanzar niveles de polarización que podemos ver en otras comarcas valencianas, la Vall d'Albaida tiene unas poblaciones destacadas „Ontinyent, l'Olleria, Bocairent„ que concentran gran parte de estas entidades. Eso, sumado al gran número de localidades que la conforman, contribuye en gran medida a que el resultado sea el de un peso menor del tejido asociativo y de cooperativas en la zona. Conocer el tejido asociativo y de cooperativas de nuestros municipios y comarcas, contribuye a conocer un poco mejor los recursos que los ciudadanos tienen a su alcance para mejorar su bienestar.

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