Su nombre es Mark Palmer, mide 1,78 metros y es de complexión delgada. Desde el pasado sábado 27 de abril se le busca en el municipio de Ontinyent. Según ha podido confirmar este periódico, fue un amigo suyo el último que lo vio y quién, alarmado por el hecho de que no volvía a casa, dio la primera voz de alarma.

De cabello pelirojo, ojos color avellana y barba poblada -todos estos datos han sido compartidos por sus familiares en redes sociales-, el desaparecido lleva cinco meses residiendo y trabajando en la localidad valenciana. El pasado sábado se coordinó una amplia batida en su búsqueda en la que también participaron miembros de Protección Civil y agentes y animales especializados en rastreo de la unidad canina de la Guardia Civil, además de la Policía Local. Los participantes recorrieron los alrededores del río Clariano y otros espacios de la localidad, como diversas naves abandonadas. Sin embargo, no se halló rastro alguno-

Sus familiares se han trasladado a España desde el Reino Unido al carecer de noticias sobre su paradero y participan activamente en su búsqueda. Desde su entorno alertan de que podría estar pasando por una depresión y agradecen cualquier información, pidiendo que si alguien tiene noticias de él o lo ha visto en los últimos días se ponga en contacto con 112.