La arquitectura del bautizado como «Govern del Sants» salió ayer adelante con los votos favorables de los regidores de Compromís, Canals en Moviment y los dos ediles tránsfugas, de cuya expulsión de Ciudadanos y conversión en no adscritos dio cuenta el pleno de organización del ayuntamiento. Además de ocupar la segunda tenencia de alcaldía y de asumir la concejalía de Fira y Festes, la que fue candidata de la formación naranja, Celia Bononad, también estará al frente del área de Coordinación Administrativa, Servicios de Bienestar Social y Gobierno Abierto, la más grande de las cuatro en las que se divide la organización municipal, integrada por nueve materias. Pere Martínez coordinará el área de Economía, mientras que Vicent Tornero asumirá la de Sociedad y Cultura y Miquel Alventosa, la de Urbanismo y Medio Ambiente. El otro regidor tránsfuga, Xavier Pérez, gestionará Agricultura y Cementerio, si bien ninguno de los dos ediles no adscritos contará con sueldo ni despacho.
Mai Castells compaginará la alcaldía con las ponencias de Seguridad Ciudadana, Régimen Interior, Empresa Pública y Cooperación y Relaciones Institucionales. Hilzonde Badia (CEM) llevará las riendas de Igualdad, Turismo; Transparencia y Participación; Miquel Alventosa será el concejal de Servicios Municipales, Cultura y Juventud; Vicent Tornero (Canals en Moviment), ocupará la primera tenencia de alcaldía y gestionará Promoción Económica, Educación y Deportes, mientras que Clara Chorques llevará Urbanismo y Medio Ambiente; Pere Martínez, Economía, Hacienda y Patrimonio, y Vero Ferri, Servicios Sociosanitarios y Bienestar Animal.
Cruce de reproches
La oposición rechazó la mayoría de propuestas del nuevo ejecutivo sobre las que no hubo ningún acuerdo previo, entre ellas la delegación de competencias del pleno en la junta de gobierno, que el PP entendió como «un aumento de la opacidad» encaminado a «reducir la participación», echando en cara a los partido del gobierno un cambio de postura respecto a anteriores legislaturas. El PSPV también apreció un «vaciado de contenido del pleno». La alcaldesa, Mai Castells, defendió en cambio que «el espíritu de este gobierno es sumar, construir y consensuar». PSPV y PP acusaron al ejecutivo de«limitar la acción» de la oposición recortando en más del 50% en la asignación a los grupos políticos, una medida que, según estas fuerzas, beneficia a los tránsfugas, junto al incremento en más del 100% de las dietas por asistencia a plenos y juntas de gobierno. Los populares tacharon de «encaje de bolillos» la reestructuración de fondos acordada, con la que los no adscritos «pasarán de cobrar 140 euros a 350 euros». Por su parte, el equipo de gobierno hizo hincapié en que los regidores de la oposición también dispondrán de mayores emolumentos por su labor de fiscalización. Ante las críticas, Celia Bononad manifestó que ni ella ni el otro edil tránsfuga están «por interés» en el equipo de gobierno. El coste político de la nueva estructura rondará los 120.000 euros y será algo inferior al de hace cuatro años, con tres dedicaciones exclusivas y tres parciales al 30%. La alcaldesa percibirá 37.029 euros, mientras que los tenientes de alcalde Vicent Tornero y Miquel Alventosa cobrarán 28.744 euros.
