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Sin actuar sobre los daños en el retablo gótico de Sant feliu

Dentro de pocos días, el 1 de agosto, se celebra la festividad de Sant Feliu, fiesta local en Xàtiva, y es una buena ocasión para visitar y admirar la iglesia de su advocación, un monumento histórico-artístico nacional declarado en el año 1930, y actualmente Bien de Interés Cultural. Esta joya del patrimonio histórico-artístico valenciano alberga en su interior valiosas obras de arte, entre las que destaca su magnífico retablo de pintura gótica, de finales del siglo XV, uno de los más monumentales de los que se conservan en toda la Comunitat Valenciana, dadas sus dimensiones y la aportación artística de sus autores.

Sin embargo, al acceder al templo y acercarse al retablo, en esta ocasión y durante toda la temporada turística estival „parece que ya solucionado el incomprensible cierre durante varios días del mes de julio y todo el mes de septiembre, si se cumple el horario publicado en la página web oficial de Turismo de Xàtiva„ el visitante, primerizo o el que ya lo ha visitado anteriormente, seguirá preguntándose por los visibles daños en algunas de sus tablas, que también se aprecian en las fotografías del monumento publicadas en la página de Turismo de Xàtiva. Las manchas blancas en la tabla superior de la calle central, dedicada a la Crucifixión, parece que se van agravando y están afectadas también otras tablas en la parte superior de las calles laterales. El retablo fue restaurado entre los años 2003 y 2005 por la Generalitat Valenciana, con una inversión de 251.000 euros, y tras la misma se expuso en el Museo de Bellas Artes san Pio V de Valencia. Algunos expertos apuntaban la posibilidad de una deficiente restauración como causa del problema, al margen de las condiciones de humedad y temperatura del edificio que lo alberga, aspecto sobre el que ha planeado más de un proyecto de adecuación en este edificio nunca llevados a buen término. Existe además una publicación de la Generalitat Valenciana, del año 2005 con más de 200 páginas ilustradas, bajo el título Restauració del Retaule Major de l'esglesia de Sant Feliu de Xàtiva, dentro de la colección Recuperem Patrimoni. En la introducción de esta publicación se glosaba: «El retablo del altar mayor de la ermita de San Félix de Xàtiva mide nueve metros de altura por cinco de ancho, lo que le confiere un aspecto imponente. A ello contribuye, además de su tamaño, la exuberancia de su arquitectura gótica, con doseletes, columnillas y delicadas tracerías doradas, así como la calidez de su cromatismo, con profusión de encarnados, azules, verdes, blancos y, por supuesto, dorados. La impresión del visitante que acude a la hoy ermita de San Félix de Xàtiva y atraviesa su portada románica es sin duda de sorpresa ante esta obra colosal, en la que cuesta fijar la vista a causa de la cantidad de escenas y motivos de inesperada riqueza y suntuosidad».

Diferentes expertos consideran al retablo, en su origen, una obra municipal, encargada por gremios de artesanos y ciudadanos particulares, como expresión del poder que adquirieron las ciudades en los años finales de la Edad Media. Lo describen como una obra majestuosa, difícil de encontrar fuera del entorno de las grandes ciudades, y en el tránsito entre dos siglos desde la herencia hispano-flamenca al nuevo lenguaje pictórico de la Italia cuatrocentista, con una convivencia de aspectos entre lo medieval y lo protorrenacentista.

Ante la preocupante situación del retablo, de la que se hizo eco en varias noticias este diario a principios del mes de agosto de 2015, hubo una rápida reacción del entonces recién nombrado concejal de Patrimonio Histórico, pero sus gestiones no fueron atendidas por la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Generalitat Valenciana, que fue dando largas al asunto y se desconoce siquiera si los técnicos autonómicos o los del ahora diluido Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVACOR) analizaron los daños para evaluarlos y proponer alguna solución al respecto. La legislatura ha pasado esperando que la Generalitat Valenciana actuara para tratar de reparar los daños de manera que no se vuelvan a repetir y hoy, recién iniciada la nueva legislatura, la situación de inacción continua.

Tras el caótico reparto de competencias en la negociación de los partidos políticos para llegar a un acuerdo en el Gobierno Valenciano, con el despreciativo baile al que se sometió la competencia de patrimonio cultural valenciano, primero separándola de las de la conselleria de Cultura, „discutiendo si incluía o no la gestión de los museos„ para atribuírsela como un cajón de sastre a la Presidencia de la Generalitat, y luego volviendo a integrarla con las de cultura en la Dirección General de Cultura y Patrimonio, parece que ya ha quedado claro, a falta de confirmar a la actual titular o nombrar una persona que la sustituya, el órgano al que debería dirigirse el ayuntamiento de Xàtiva para insistir en la petición de atención a los daños latentes en las tablas de pintura gótica del Retablo Mayor de la iglesia de Sant Feliu.

Y sería un buen comienzo para la nueva titular de la concejalía de Cultura, Turismo y Memoria el reivindicar, dirigiéndose a la conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, una actuación decidida por parte de la misma en el valioso retablo, que lleva ya cuatro años de retraso, mientras se desconoce si la situación se está agravando todavía más.

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