Tres años y medio después del intento de reactivación del Consorcio de las Comarcas Centrales de la Comunitat Valenciana, acaba de licitarse la principal herramienta que ha de guiar el trabajo del organismo. Se trata del Plan de Acción Territorial (PAT), un compendio de documentos cuya elaboración y asistencia técnica va a externalizarse a una empresa consultora con un coste estimado de 423.500 euros que será asumido por la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad.
El concurso público está en fase de recogida de ofertas y el presupuesto no es la única cifra abultada de la licitación: el plazo para completar los trabajos de asistencia técnica previsto en el contrato es de 32 meses, lo que quiere decir que hasta 2022 no estará en condiciones de aprobarse la propuesta definitiva del Plan sobre el que ha de apoyarse el Consorcio para definir su hoja de ruta, en base a «un modelo territorial sostenible» para la «ordenación integrada» de las ocho comarcas que componen este espacio central valenciano: El Comtat, l'Alcoià, la Marina Alta y Baixa, la Safor, la Vall d'Albaida, la Costera y la Canal de Navarrés.
Desde que en 2015 las mayorías de izquierdas se hicieron con el control de las instituciones del territorio, los compromisos de reflotar el Consorcio y hacer del ente una herramienta útil se han topado con el muro de la burocracia, que ha ralentizado su funcionamiento hasta el punto de que la pasada legislatura terminó sin avances y en una situación prácticamente de boqueo por los escollos para constituirse oficialmente a raíz del choque de competencias con otras administraciones superiores como la Generalitat.
Dinamización económica
En enero de 2019, el Consorcio y la Conselleria de Vertebració presentaron el borrador del PAT, que deberá recoger una batería de actuaciones en materia de dinamización económica, comunicaciones, vertebración, urbanismo y medio ambiente dentro de las Comarcas Centrales a través de una nueva planificación que, en parte, se verá solapada con la ya existente a nivel autonómico o municipal. Precisamente, la labor de la consultora que diseñará el Plan es la de garantizar que el trabajo técnico «pueda ser aceptado por el departamento competente de ordenación del territorio de la Generalitat», tal como hacen hincapié los pliegos del concurso, cuyo plazo de presentación de ofertas termina esta semana.
El contrato se divide en siete fases de trabajo. La empresa consultora deberá elaborar, en el marco del PAT, un inventario del suelo industrial y logístico del territorio, así como diferentes estudios de paisaje, inundabilidad y movilidad, un programa de actuaciones, una memoria económica, un Plan de participación pública, un estudio ambiental y territorial estratégico y una serie de directrices estratégicas en materia de dinamización económica. El conjunto de documentación deberá someterse a las alegaciones y a los informes sectoriales de las administraciones.
Además, la consultora efectuará un análisis territorial exhaustivo a todos los niveles, recogiendo dinámicas históricas y demográficas y estudiando el parque de viviendas, entre otros informes. El proyecto pretende impulsar la infraestructura verde y la movilidad y recogerá diversos escenarios posibles de futuro, así como una serie de programas de revitalización del paisaje como por ejemplo la VíaVerde Xàtiva-Alzira, el Eje Cultural del Clariano o el Valle del Serpis.
