Manu Borrás y Juan Carlos Arnau se dieron ayer ese baño de multitudes que es el desfile dels Parells de las fiestas de Sant Antoni de Canals. La salida se produjo a las diez de la mañana, desde delante de la iglesia. Son el Bandera y el Cuiros, máximos cargos de los festejos, que a lomos de haques, dan tres vueltas al templo parroquial repartiendo un inabarcable cargamento de golosinas y juguetes que sus ayudantes les van suministrando. Hay momentos en que la chiquillería les rodea por todos lados. Pero las fiestas de Canals se caracterizan por la generosidad, así que hay regalos de sobra para todos. Y ayer no fue la excepción: balones de plástico, coches, muñecas, baratijas, collares, juegos de mesa, utensilios de cocina, caramelos,... El paso del Bandera y el Cuiros por las calles de Canals dejó de nuevo un reguero de objetos y el aroma ilusionante de una fiesta singular como pocas.
Con este día dels Parells finalizan las fiestas patronales de Sant Antoni en Canals, en las que además del Bandera y del Cuiros han ejercido la representatividad de las mismas las dos festeras de Gràcia, mayor e infantil, Isabel López y Lola Mollá. Al cierre de esta edición estaba previsto el disparo de un castillo de fuegos artificiales a cargo de Pirotècnia Turís. Queda solo, para el próximo fin de semana, el acto simbólico de regreso de la bandera de Sant Antoni a las dependencias municipales (el domingo que viene, a las doce del mediodía) y la posterior bendición de animales. Se trata de una segunda entrega de este acto, en este caso para los equinos ya que la bendición general de mascotas tuvo lugar también ayer a cargo del párroco, Emilio Úbeda.
Las fiestas de este año han tenido como anécdota la caída de la Foguera. Unas dos horas después de iniciarse la combustión y con la estructura todavía muy visible, el amasijo de grandes troncos se ladeó entero y se precipitó en bloque, causando incluso serios destrozos en una de las casas de la plaza. Pero todo acabó ardiendo igual gracias al trabajo de los bomberos. Y el viernes Canals amaneció junto a las brasas de la hoguera. Para el debate quedan todas las opiniones vertidas estos días acerca de lo acertado o no del proceso de montaje de la Foguera. Un montaje en el que, por segundo año, se habían introducido medidas de seguridad nunca antes aplicadas.
