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«Hay que eliminar el desequilibrio entre las ciudades y el mundo rural»

Segarra evidencia la «apuesta clara» del gobierno del Botànic y del presidente Ximo Puig contra la despoblación

¿Qué acciones lleva a cabo la Agenda Antidespoblament para combatir la despoblación?

Desde esta dirección general nos ocupamos de coordinar todas las acciones de las distintas consellerias, porque todas tienen una mirada por la despoblación, por el mundo rural. Es un asunto transversal, de todos los departamentos y todas las políticas públicas. Aspectos de innovación, infraestructuras, servicios, educativos. Si un municipio como Benissuera queda fuera de una acción educativa contactamos con la conselleria para buscar solución. En cuanto a las acciones concretas, nos centramos en visibilizar el mundo rural, con una imagen real de pueblos de labradores y ganaderos, y también de emprendedores. Otras acciones son la puesta en marcha de la Xarxa Avant, sobre turismo, con una red autonómica de municipios con espacios para autocaravanas, como Bellús. Además, trabajamos para frenar la brecha digital, con fondos europeos para llevar la banda ancha al territorio rural; así como solucionar la exclusión financiera en los municipios que se han quedado sin entidades financieras. También, cubrir a los pueblos pequeños sin servicio ADL. La administración autonómica no había focalizado nunca la mirada en el mundo rural. La imagen de la Comunitat Valenciana que se buscaba dar ha sido una imagen de grandes eventos. El mundo rural no existía, había un desequilibrio económico entre la costa y el interior, las ciudades y el mundo rural. Un desequilibrio que queremos eliminar, apostando por la creación de empleo, la vitalidad económica y proyectos que consoliden el territorio.

¿Cuáles son los «puntos débiles» del mundo rural en los que hay que incidir para evitar el éxodo poblacional?

Uno de ellos es el envejecimiento de la población, porque la gente joven ha tenido que marcharse. Éxodo de gente joven que se ha ido y no ha vuelto. Hay que apostar por la instalación de servicios; y desarrollar un plan estratégico, en el que ya estamos trabajando junto a la universidad y en colaboración con el tejido social de la Comunitat Valenciana. Esta semana hemos tenido la primera reunión con grupos de acción social y ADL. Un plan con acciones que tengan una continuidad y sean lo más acertadas posible. Y crear una web que ofrezca una radiografía del territorio de la Agenda Avant, con información de los municipios: si tienen colegio, si hay un banco de tierras, si cuentan con viviendas para alquilar,...

Hablábamos de los «puntos débiles», pero el mundo rural tiene muchos atractivos. ¿Cuáles hay que potenciar?

El mundo rural tiene muchas posibilidades, laborales, económicas, turísticas, culturales. Vivimos en una comunidad que tiene la ventaja de que, por su distribución geográfica, las distancias entre la costa y el interior son cortas. Pero una comunidad en la que el 20 % de la población vive en el 80 % del territorio. Nos preocupa la situación de la gente que vive en el mundo rural, que tenga los mismos servicios, las mismas oportunidades y no sienta la obligación de irse. El mundo rural está lleno de gente preparada, de profesionales. Hay que mirar el mundo rural como un espacio de oportunidades, en el que se puede vivir. Y dar una imagen de los pueblos actual, del siglo XXI. Aunque hay que tener claro que la despoblación no va a solucionarse de hoy para mañana, pero este Consell apuesta por el mundo rural.

La Agenda Antidespoblament anunciaba días ayudas a los municipios, entre ellos seis de la Vall d'Albaida, tres de la Canal y uno de la Costera. ¿Cómo pueden ayudar esas subvenciones a frenar la despoblación?

Son fondos de plena autonomía de los pueblos. Para que lo inviertan en lo que crean más importante y necesario. Es una pequeña aportación, pero que a los pueblos les ayuda a llevar a cabo actividades deportivas, de gasto corriente, para alguna instalación. Son fondos que se conceden para acciones que fijen población, pero que dan libertad a cada alcalde y consistorio para emplearlo en lo que considere más necesario. Además, los fondos de cooperación han sido doblados por la Diputació de València.

La Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida cuentan con varios pueblos de menos de mil o 500 habitantes, incluso menos de cien. Está Sempere, pueblo valenciano menos poblado. Usted conoce bien la Vall.

Sí, es mi comarca. Y algunos municipios de la Vall d'Albaida se han incorporado a este fondo de cooperación, como Aielo de Rugat, Carrícola, Bellús, Rugat, Pinet y el mismo Sempere. Es una comarca en la que gran parte de los municipios tienen buen acceso a las autovías, pero en el que muchos pueblos se han despoblado. Algo se habrá hecho mal.

Ha sido alcaldesa de un municipio pequeño, Llutxent. ¿De qué manera le ha servido esa experiencia en el nuevo cargo?

Eso ayuda a entender a los alcaldes, las situaciones que viven. A tener una empatía con sus problemas. Somos comarcalistas por necesidad, vivimos en pueblos pequeños que tienen que mancomunar servicios, hay una unidad de acción. Entiendo las problemáticas que trasladan los alcaldes porque lo he vivido: proyectos paralizados, trabas burocráticas de la administración para desarrollar una actividad,... La proximidad, haberlo vivido, da una visión de lo que es esta dirección general.

Esta Agenda Antidespoblament es una puesta personal del presidente Ximo Puig, ¿no?

Sí, la dirección general de Avant depende de presidencia y es una apuesta clara del presidente, que conoce el mundo rural, ha sido alcalde de su pueblo, en una comarca como Els Ports, con municipios pequeños y despoblados. Pero también es una apuesta de todo el Consell del Botànic. Y además, hay complicidad entre el ministerio, con Elena Cebrián como secretaria general, y el Consell para trasladarle propuestas.

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