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Me vendieron la moto

siempre quise tener una moto de esas potentes pero cómodas y seguras al mismo tiempo. Tuve una, pero la experiencia no fue la esperada. Opté por las clásicas y me hice con una Yamaha 250SR por segunda vez en mi vida. Volvió a fracasar el asunto y me quedé sin ella. Son cosas que nunca esperas pero tienes la esperanza de que no te vuelvan «a vender la moto».

Viene esto a cuenta de la puesta en marcha la campaña de bonos locales que bajo el lema "Reactivem Xàtiva", pretende potenciar el comercio local en una iniciativa municipal de la cual ya hablamos en su día. Y que aplaudimos, por lo que significa. Dijimos que se hacía realidad aquello de duros a quatre pessetes, ya que se compra el bono por 20 euros y su valor real es de 40 que se pueden gastar en los comercios adheridos a la campaña. Pero... Siempre hay un pero. Como dice Sabina, «yo la última palabra, tú un pero que añadir». Pues sí, aquí está de jodida la cosa.

Resulta que el bono solo puedes utilizarlo en un solo comercio y en una sola compra. Resulta que los 20 euros que te «regala» el ayuntamiento tiene su repercusión fiscal y hay que declararlo en la renta, por lo que los 20 veremos en qué se convierten, que con hacienda hemos topado. Me vendieron la moto con su «pero» incluido.

A ver, ¿qué clase de incentivo generalizado es este? Si usted mira la lista de comercios que aceptan el bono verá una interminable lista donde tienen cabida todos los sectores comerciales de Xàtiva. Y cuando decimos todos, son todos, que está muy bien. Pero que alguien me explique cómo vas a gastar un bono de 40 euros comprando el pan, adquiriendo una caja de paracetamol en la farmacia o haciendo la fotocopia del DNI. ¿Alguien compra 40 euros de pan en el día? ¿Se gasta 40 pavos en aspirinas?

Los técnicos, que se les paga para ser técnicos, deberían haber diseñado una campaña mucho más flexible; aunque habrá más de uno que se las prometerá felices saliendo con una impresionante bandeja de pasteles para ponerse como el Quico antes de iniciar el tratamiento con metformina para rebajar el azúcar. Le saldrán superbaratos, pero la medicina tendrá que pagarla porque habrá agotado el bono en vicio de dulces.

Ocurrencias. Decimos que queremos pensar que han sido los técnicos en promoción local, los economistas, los expertos en campañas de este tipo quienes hayan elaborado las bases. Porque no queremos creer que haya sido alguna idea «brillante» de algún político, que aquí igual te montan un detector de ADN en los excrementos de los perros que luego no sirve para nada (bueno, sí, para la proyección empresarial personal del impulsor) que se propone proyectar el nombre de Xàtiva sobre la Penya Roja, para que luego digan de Cullera. Moatros, més que ningú.Fantasmadas que no falten. Pero tonterías todavía menos. Y dentro del plan Reactivem de Xàtiva, no se ha tenido mejor idea que suplir la falta de Nits al Castell y de la Fira d'Agost con una edición especial de Nits a la Fresca con actuaciones locales «para poner en valor a gente de casa», en palabras del alcalde, Roger Cerdà. Hombre, poner en valor a Feliu Ventura, Pep Gimeno "Botifarra" o La Nova y La Vella está un poco superado ya que según el diccionario español, poner en valor significa «hacer que algo o alguien sea más apreciado, resaltando sus cualidades». Y precisamente nadie ni nada hace dudar de las cualidades de estos artistas ni del cariño y la admiración que se les presta. Ventura y Botifarra son dos iconos de la música y de la cultura setabense y se lo han ganado a pulso por su trabajo y talento, y tardaremos años en tener algo parecido a ellos dos.

Pero ya puestos a pedir, y hablando de artistas, hay que reconocer que era una barbaridad que cada año se le organizase un homenaje a Bruno Lomas. Pero no hubiese estado de sobra hacerlo este año, que se cumplen 80 años de su nacimiento y 30 de su trágica muerte. No está muy de recibo pasar del todo a la nada. Se prometió un homenaje especial fuera de la Fira d'Agost,. Pero cuando hablamos de promesas en clave política, apaga y vámonos. O al parecer a Bruno Lomas ya no hay que ponerle en valor. Ya no existe. Aquí, vuelvo a repetir la frase de antes: moatros, més que ningú en admiraciones y homenajes... y en techazos, olvidos, indiferencias, agravios.

Pues eso, que entré a comprar mi nueva Yamaha 250SR y salí con una Montesa Enduro. Al final me vendieron la moto. Como dijo Humphrey Bogart, en el fondo soy un sentimental. Y me dejo.

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