D esde hoy el Olímpic puede recuperar la normalidad perdida y contar con una junta directiva y un presidente. Es un paso importante. Atrás quedarán muchos meses de anormalidad, anormalidad consentida y aceptada casi con resignación o indiferencia. Salvo sorpresa mayúscula, Anuj Gupta seguirá el frente del club. No quedarán todas las dudas pasadas resueltas, no quedarán todos los asuntos cerrados, pero llegados a este punto, y sabiendo que no somos especialmente exigentes, seguiremos estando vivos y hasta ilusionados con nuevas promesas de fichajes, primeros puestos y ascensos.
No es la primera vez que se promete desde Sudeva grandes resultados, pero espero que sea la última vez, salvo que la situación sanitaria lo trastoque todo, que no se cumplen o no nos acercamos a ellos.
No me importa reconocerlo, creo que ya lo saben: no es el modelo que más me gusta para el Olímpic, pero es lo que hay. Y ante la realidad creo que cabe mostrar respeto y apoyo. A día de hoy no hay otro escenario posible (insisto: salvo algo muy poco probable). La temporada que viene será excepcional, diferente, distinta y muy dura. A Anuj y los suyos hay que agradecer con sinceridad que se prepare la próxima temporada sin deudas y con tiempo suficiente. A Anuj hay que agradecerle que se dirija a los socios sin utilizar el inglés, señal de que quiere formar parte de futuro del club.
Espero que desde hoy mismo, como está pasando con otros muchos clubes, empecemos un carrusel de noticias de renovaciones y fichajes, y que, todos, nos ilusionemos ante la próxima temporada. A los gestores del club les deseo suerte, que siempre falta hace. Suerte, acierto y generosidad. Nueva etapa, y espero que, tras años de continuos cambios, sea duradera y estable.
